Capítulo 15

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32 días en la Tierra 89-81.

Las puertas del elevador se abrieron para mostrar la figura esbelta y ágil de Natasha Romanoff, quien vestía un pantalón negro ajustado, una blusa blanca y como accesorio, una maleta de mano. Salió del elevador sin prisa, moviendo las caderas de un lado a otro con cada paso que daba. Su caminar era lento y pesado, como si su cuerpo estuviera agotado.

Tenía poco de estar en Nueva York, diez horas si era exacta, tiempo que pasó despierta en S.H.I.E.L.D mientras resolvía algunos cabos sueltos sobre su misión.

Observó la sala de estar vacía y la hermosa vista que ofrecía el ventanal. Amaba ese paisaje y era la única razón por la que no se iba de aquella torre. Le gustaba observar los edificios que se erguían imponentes por Manhattan y amaba ver las destellantes luces que ofrecían por las noches. Se detuvo unos largos segundos a contemplar la ciudad, pensando en cuan pequeña era ella a comparación de la urbe.

Alcanzó a escuchar a los lejos ruidos de platos y sartenes provenientes de la cocina, por lo que desvió su mirada de la metrópoli y se dirigió hacia el origen del sonido. Lo primero que vio al cruzar el marco de la puerta, fue a Steve de espaldas ocupado con los platos, mientras que Thor, en la isla de la cocina, devoraba su comida.

-Buenos días -saludó con una sonrisa, lo que captó la atención de los dos rubios.

-¡Amiga Natasha! -exclamó Thor en forma de saludo. Se paró de su asiento, caminó hacia ella y la rodeó con sus musculosos brazos.

A Natasha no le gustaba ser abrazada por Thor, creía que un abrazo de él era equivalente a un abrazo de un gorila gigante, por lo que se separó del dios inmediatamente. Al mismo tiempo decía: -Hola, Thor -con una sonrisa. Thor le sonrió de vuelta.

-¿Quieres desayunar? Puedo preparar algo -dijo Steve. Natasha concentró su mirada en el capitán.

-Estoy bien, tomé algo antes de venir -contestó ella.

-¿Y qué tal la misión? -preguntó Thor al tomar su plato, para después ponerlo en el lava vajillas.

-Bastante bien. Recuperamos algunos archivos que HYDRA tenía de S.H.I.E.L.D. -Se recargó en la isla.

-Genial, algo menos de qué preocuparnos. -Thor sonrió unos momentos antes de salir de la cocina, dejando a Natasha y Steve solos.

No pronunciaron palabra alguna durante segundos, los cuales fueron suficientes para cambiar el ambiente. Si antes era ligero, ahora había un aura de complicidad y misterio en el lugar. Cualquiera diría que el par tramaba algo, como si hubieran esperado el momento perfecto para confesar algún secreto prohibido.

-¿Encontraste algo de Bucky? -Steve fue el primero en hablar. Su tono era serio y su cuerpo se tensó.

-Nada. No había nada allá -respondió Natasha con el mismo tono de voz, ese que usaba en sus misiones.

-¿Estás segura?

-Lo estoy. No encontré nada sobre Barnes. Solo había un par de cosas sobre el Soldado, nada que no sepamos, o que te hayan enviado.

Rogers suspiró-. Esto es importante, Natasha.

-Lo sé, Steve, pero seamos sinceros. No hay registro de que tu amigo haya sobrevivido. -Lo miró a los ojos-. Ya es hora de pensar que el Soldado del Invierno solo se parece a Bucky y nada más.

-Sé lo que vi -respondió a la defensiva.

-Steve -dijo cansada.

En más de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora