"El ascenso y la caída de un dios"
Un descubrimiento en la biblioteca real de Asgard, desata una cadena de eventos que cambiará la vida de Loki para siempre. Después de expresar un deseo provocado por la ira, Loki despierta en el cuerpo de una varia...
Les dejo aquí el separador de Verity, el cual se me olvidó poner en el capítulo anterior, lo siento >.<
Disfruten! Y felicidades a quien ganó la dedicación ;)
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Día 3 en la Tierra 39-81.
El sonido de sus pasos retumbaba por todo el pasillo, creando un rítmico andar. Llevaba puesto unos pantalones de vestir y una camisa blanca, arriba portaba una bata perfectamente planchada y limpia, cortesía de la mamá de Tom, la cual se encontraba bordada con el apellido de Thomas. Había peinado su -poco- cabello hacia atrás y se había puesto el mejor perfume que encontró. Varias enfermeras, doctoras y, sorpresivamente doctores, se asombraban al verlo pasar a su lado, jamás habían visto tan guapo al Dr. Hiddleston, es más, ninguno recordaba tan siquiera haberlo visto arreglado, y eso subía aún más el ego de Loki. Llegó a la recepción del hospital, donde encontró a dos enfermeras ocupadas charlando de quién sabe qué, por lo que tuvo que carraspear para llamar su atención.
-¿Alguna sabe dónde puedo encontrar al Dr. Strange? -preguntó el Dios de las Travesuras con un tono risueño, captando, con éxito, la atención de las recepcionistas.
Las mujeres lo vieron estupefactas, admirando la belleza de su compañero, jamás habían visto así a Tom, es más, no recordaban siquiera que Thomas fuese tan guapo, siempre venía desarreglado y con su cabello hecho un asco; ese sí que era alguien nuevo. Ninguna pudo contestar, se limitaron a observarlo sonrojadas.
-Stephen está en la sala principal de cirugía, Tom -la voz de una mujer lo obligó a mirar a su izquierda, donde pudo observar a una mujer inmersa en su tabla, analizando los resultados de algún paciente. «Dra. Christine Palmer», leyó en la insignia que tenía a un costado de su uniforme.
-Gracias -contestó. La mujer simplemente asintió en respuesta.
-Angela, ¿puedes darle esto al Dr. Lee? Es urgente. Gracias -y así como llegó, Christine se fue, sin mirarlo una sola vez. Loki sonrió a las enfermeras una última vez y se dirigió hacia el lugar.
Los nervios de Strange se hacían presentes cada que la manecilla del reloj avanzaba; a este paso no estaba seguro de poder salvar al paciente, menos de terminar la cirugía en siete horas. Creía haber sido específico con el horario en el mensaje; ni un minuto más. Tal vez Thomas ya no quería volver a verlo y lo entendía, entendería cualquier decisión que tomara. Suspiró, seguro no llegaría, al igual que ayer, por lo que simplemente esperó a que una enfermera le pusiera la bata para después entrar a la sala de cirugía. La Dra. Palmer le había dicho que si Tom no llegaba, le llamara para asistirlo pero Strange quería esperar más; tal vez simplemente había sido preso del tráfico. Habían pasado tan sólo diez minutos desde de la hora programada y llegó; la silueta alta y delgada de Loki apareció frente al doctor, por un segundo Stephen no supo cómo reaccionar, su mejor amigo se veía diferente a comparación de otros días; más arreglado, más atractivo y eso lo asombró, a pesar de eso, nada justificaba su falta de profesionalidad.
