Spoiler: No Me Morí

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Para mi sorpresa desperté en una cama. Miré a mi alrededor, al parecer me encontraba en una choza. Tuve la mala idea de girarme.

–¡agh!

Sentía el hombro hirviendo, si es que tenía puntos en la herida claramente ya no.

Mire mi cuerpo, ya no tenía mi armadura, estaba vestida con un vestido de lino blanco, curioso, no tenemos esta tela en mi legión.

Espera, ¿que? ¿Donde estoy? Toque mi cuello para comprobar si es que todavía tenía mi collar, y entré en pánico... ¡Mi collar no estaba! Quien me sacó del agua lo tiene... Espero, o tal vez se perdió en el mar. ¿Que fue Gavin y Yolanda? mire si se encontraban serca mío, pero no. Espero hayan logrado pasar las pruebas, y que no se hayan extraviado.
Debo de averiguar donde estoy.

Mire a mi alrededor, estaba en una habitación, todo era de madera al igual que en mi legión, habían pieles de animales en los asientos, la cama en donde estaba, estaba pegada a la pared, como si fuera parte de ella.

Me levanté, las piernas me temblaban al igual que los brazos y el hombro me seguía quemando. Cojeé hasta la puerta y pegue el oído a ella, escuché pasos, rápidamente saqué un metal que estaba en la chimenea y espere a un lado de la puerta.

La puerta crujío al abrirse. Me abalancé sobre la persona e intenté golpearla con el fierro, pero estaba muy débil, así que no le costó mucho desviarlo, tomó el fierro y lo lanzó lejos de mi alcance.

–¿así me agradeces? ¿Enserio? Yo me esperaba un "oh muchas gracias por salvarme de mi muerte, traerme hasta tu humilde aldea y curar mi hombro" –dijo, era un chico, aparentaba ser unos años mayor que yo. Tenía el pelo azabache, la tez blanca y los ojos grices.

–quien eres –pregunté, mis manos temblaban, intentaba contener las lágrimas, pero me sentía impotente.

Me examinó de arriba a abajo, al darse cuenta de mi mal estado, apretó los labios y dijo:

–Kane, solo Kane –me miró con cautela, y dijo- y tu eres...

–Gavin y Yolanda, donde están –se sorprendió al obtener esa respuesta.

–¿quiénes? No lo sé, cuando te saqué del agua estabas sola y...

–donde están –interrumpí

Me estaba desesperando, no sabía donde estaban, que había pasado con el torneo o cuantos días había estado inconsciente.

–cuantos días he estado aquí –volví a preguntar.

–mmm cómo unos cinco días –dijo.

–¿!Que?! –inconsciente por cinco días... Afra debe de estar buscándome como loca. ¿Y el torneo? Seguramente ya anunciaron al ganador. Tengo que volver.

Intente pararme, estaba temblando, hice un movimiento brusco con mi brazo y grite de dolor al volver a caer.

–tu hombro, estas sangrando.

–¡no me digas!

Me tomo en brazos y me recostó en una de las pieles que se encontraban en el piso. Trajo una fuente con agua, un pedazo de tela y... Que era eso ¿un fierro caliente? Oh no, no, no.

Intente pararme pero me sujetó.

–¡cuidado! No tienes ni idea lo mucho que me costo coser tu hombro, y ahora te vuelves a abrir la herida...

Saco el vendaje que había en mi hombro, la peor parte fue ver la herida, estaba negra y los puntos que tenía, ahora estaban... Bueno ya no estaban.

–ay no –miró mi hombro y de seguido me miró a mi –esto te va a doler mucho.

–¿qué? ¡No!

Sacó el hilo que colgaba de mi piel tomó el fierro y lo impregnó en mi piel. Sentía como se quemaba mi carne, sentía el sabor a sangre en mi boca por morderme la mejilla.

–¡aghhhh!

Luego que quejarme me di la vuelta y vomite.

Mojó la tela en la fuente de agua y acarició a mi piel con ella. Luego vendó mi hombro de nuevo y acercó un poco de agua para que yo bebiera, hecho esto se alejó por si le llegaba a dar una patada.

–gracias –le dije en un susurro.

–de nada –dijo bastante sorprendido –¿por qué te extraviaste en el mar? Te encontré inconsciente y no dejabas de balbucear en sueños.

–los torneos.

Hablando de torneos, ¿de que legión era el? No recuerdo haberlo visto en la batalla.

–¿de que legión eres? –preguntó.

–de la de tierra. ¿Y tú?

–de ninguna.

Mi cabeza daba vueltas se supone que cada ser humano en el planeta pertenece a una legión.

–pero... Eso es imposible –expresé –cada gema eligió un portador menos la Quinta , tierra fuego, aire y agua. Todas elijieron un portador, luego se formaron legiones, y los que se sentían atraídos por un elemento se iban a esa legión, hasta que el fuego quizo gobernarlos, ya sabes, la gran guerra y el fuego perdió, apresaron a toda su legión y a la reina incluida –"osea mi madre" pensé –así que es imposible que no pertenezcas a una legion, a menos que seas el hijo de algun apresado o que seas un apresado.

–segura ¿Entonces que pasó con los que no eligieron un elemento? –esperó mi respuesta, al ver que no respondía prosiguió –nos escondimos y pasamos desapercibidos, somos viajeros pasamos de choza en choza de legión en legión, no pertenecemos a ningún lado y pertenecemos a todos al mismo tiempo.

Vaya, si que entendía eso, la diferencia era que mi legión fue aniquilada y el creo su propio legado. Es admirable en cierta forma.

–entonces, en donde estoy –dije.

–En nuestra aldea, se supone que nadie debe saberlo, creemos que las legiones aún nos cazan –luego me miró como si entendiera mi alma a un nivel de comprensión que hace que se te erize el vello de la nuca –pero tú no pareces como las demás legiones, y tampoco pareces de la legión de tierra, eres diferente, en una buena manera. No sabes quien eres ni lo que quieres. Cuando lo decidas, solo tu sabrás dónde ir.

Que estupidez, yo se donde pertenezco, pertenezco con Afra, Gavin y Yolanda. Esa es mi familia. Al menos la que está viva.

Y a demás si se donde ir: a mi legión.

–veo que te equivocas –declaré –¿como puedo volver?

–aunque quisieras, no creo que puedas ir en este estado, aunque si es de vida o muerte, supongo que puedo llevarte a tu legión –sonrío –pero sólo si me dices quien eres.

La Quinta Gema Del Infierno I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora