Acuerdos, Acuerdos

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¿Que le diga quien soy? Que gran chiste.

Aunque tenía razón, no iba a llegar muy lejos en el estado en que estaba y ni siquiera se como llegar a mi legión. Es un buen trato, excepto en la parte en que le tengo que decir quien soy, ningún trato vale eso. Tendré que negociar otra cosa... ¿Pero que? No tenía mucho dinero y mi posesión más preciada era mi collar y claramente no se lo daré.

–no puedo darte eso –aclaré –aunque si es que hay algo que quieras que no sea eso, puedo intentar conseguirtelo.

–mmm trato rechazado –dijo apoyándose en la pared con los brazos cruzados.

Agg hombres.

–aunque, si hay algo –dijo pensativamente –la legión de aire nos robo algo, si me ayudas a recuperarlo... Ya sabes una guerrera que pertenece a una legión. Es una buena forma de entrar a una legión pasando desapercibido.

Es un buen trato, dependiendo de que les hayan robado va a depender el tiempo que nos tomará recuperarlo.

–si lo hago, ¿me llevarás a mi legión?

–por supuesto –dijo sonriente –entonces.... ¿Trató hecho? –extendió su mano hacia mí.

Tomé su mano y cerramos el trato.

–muy bien, pero partiremos en dos días.

–¡qué! Pero...

–necesitas tiempo para descansar.

Me miró desafíante, sabía que no había nada que pudiera hacer para partir antes, además tenía razón, estaba en pésimo estado y la verdad es que necesito tiempo para descansar.

Asentí e intente levantarme.

–hey no, no, no. Quedate recostada –dijo sujetandome por si me caía de nuevo.

–si me quedaré dos días aquí, al menos déjame ver donde estoy –se quedó viéndome y luego de unos minutos volvió a hablar.

–de acuerdo –suspiró –pero no hables con nadie- se me dibujo una sonrisa en los labios, esa era mi especialidad-muy bien, ven te lo mostraré.

Salimos de la habitación y llegamos a un pasillo diminuto, al fondo de este había una puerta de madera, pasamos por ella y llegamos a... Wow era hermoso.

Estábamos rodeados de bosque, me sentía como en un domo, habían algunas mujeres recojiendo agua en la vertiente que emanaba de una gran roca, tomaban las vasijas llenas de agua y las colocaban en sus cabezas. Habían niños correteando alrededor de los árboles. Y en el centro de todo esto, había una mesa con un mapa de extremo a extremo, alrededor de él habían dos personas un hombre y una mujer, parecían discutiendo sobre los lugares en el mapa o tal vez decidiendo donde irían después.

–¿quiénes son ellos? –kane miró hacia dónde estaba apuntando.

–¿ellos? Ah, son como nuestros jefes, osea de los sin legión. Y... También mis padres.

Lo mire sorprendida ¿sus padres? Es el hijo de los jefes...

–¿cómo es que te dejaron traerme aqui?- pregunté casi sin palabras.

-si... Eee... Sobre eso. Creen que eres una extraviada que intentaron cazar y que terminaste en el fondo del mar. Y tampoco les diría que eres de la legión de tierra, porque bueno, digamos que odian a las legiónes...- dijo claramente incomodado.

-¿por qué?

Apretó los labios y miró hacia ellos. Hubo un silencio cortante, muy cortante, y prosiguió.

La Quinta Gema Del Infierno I Where stories live. Discover now