Maratón 3/5.
Narra ________:
- ¡No sean exageradas! -grite.
-¡Yo no soy exagerada! -se cruzó de brazos Sara.
- ¡Si lo eres! ¡Exagerada al pedo! -dijo Abi conteniendo la risa. En ese momento el público que nos miraba
exploto en risas y empezaron a dejar dólares en nuestra mesa, y creo que más de lo que necesitaba. Las chicas y yo nos agarramos de la mano y
hicimos una reverencia como si estuviéramos en un teatro. La gente nos aplaudía y nos gritaban.
- ¡Están bien buenas! -grito un viejo canoso haciendo que hiciéramos una mueca de disgusto.
-Gracias por aportar -dije contenta.
-También por prestarnos atención -río Sara. Después de esto bajamos de las mesas y recogimos el dinero que habíamos conseguido.
-¿Dónde lo guardamos?.- pregunto Abi.
-Tenemos que conseguirnos una bolsa -mire hacia una pequeña que andaba con una bolsa transparente.
-Hola pequeña, ¿nos podrías dar tu bolsa? -le pregunto Sara.
- Claro -nos paso la bolsa y se fue. Empezamos a guardar el dinero en la bolsa y fuimos corriendo al negocio que habíamos estado antes. Entramos y la gente nos miraba,
quizás vieron nuestra actuación.
-Hola de nuevo .-Abi saludo al chico que nos había "atendido" antes.
-¿Va comprar el collar o no? -dijo con voz dura.
-Que grosero -susurro Sara.
-Te escuche -el se cruzo de brazos.
-Lo vamos a comprar -lo mire.
-Okay, acompáñeme -camino rápidamente hacia la caja.
-¿Efectivo o tarjeta? -pregunto.
-Efectivo -respondí.
-$2,600.- extendió su mano para
que le pasara el dinero. Saque los algunos billetes y los empece a
contar, el joven me estaba fulminando con la mirada.
-Tenga -le extendí el dinero.
- ¿Lo quiere para regalo? -pregunto.
-Si -respondí. El joven desapareció por algunos momentos y
luego regreso con una bolsa decorada elegantemente.
-Su bolsa.-me la paso.
- Gracias -dije mientras cogía la bolsa y la caja del collar al mismo tiempo. Salimos del negocio y nos sentamos en unos puestos que habían en el
aire libre.
- Sobro dinero -reí.
- ¿Cuánto? -pregunto Abi entusiasmada.
-$500 -las chicas abrieron los ojos.
-Conseguimos demasiado dinero -dijo Sara asombrada.
-No lo dudes -sonreí- Tomen el dinero es todo suyo.
-¡Ropa nueva! -chillaron las dos
emocionadas.
- Las acompaño -reí. Visitamos varias tiendas, por lo menos tendrían que salir con una bolsa en la mano.
Cuando se gastaron el dinero que habíamos conseguido, siguieron comprando con el suyo.
-Hace un calor increíble -dije mientras me daba aire.
- No quiero sudar -se quejó Abi.
-¿Vamos por helados? -pregunto Sara.
-Claro -respondimos Abi y yo al unísono. Caminamos hasta un puesto de helados y tuvimos que hacer fila porque estaba literalmente lleno, hasta que nos toco.
