Narra Alonso:
-Por favor.. Estamos lo suficiente grandes como para dormir juntos.- lloro Ashly.
-Ashly, entiende por favor.- dije ya cansado. Hace 10 minutos que se anda quejando que no podíamos dormir juntos.
-Tú vas a dormir en el cuarto de ______.- dijo mi mamá dirigiendo la mirada hacía Ashly.
Ella sólo abrió la boca en forma de ''o'', claramente no sabía que iba a dormir en la habitación de ______. Lo admito, creo que es la peor idea que se le hubiese ocurrido a mi mamá.
-Mamá...-murmuré.
-No voy a dormir en la habitación de _____!.- grito Ashly.
-Eso, o duermes afuera.- se enojó mi mamá.
Ella solamente se dirigió a las escaleras para subir al cuarto de _______, creo. Por favor que no se pongan a pelear, creo que ya fue suficiente con lo que paso antes.
Fui al cuarto de visitas, y me acosté en la cama. La verdad es que no estaba tan cansado.
Pensé un poco y fui a hacerme un café a la cocina.
Narra ______:
-Ashly, ¿qué estas haciendo aquí?.- pregunte.
-Voy a dormir.- dijo obvia.
-¿Cómo que vas a dormir acá? Es mi habitación.- literalmente grité.
-Columba no me dejo dormir con Alonso, entonces me dijo que venga a dormir aquí.- se acostó en mi cama.
-Un momento. Esa es mi cama.. Tú duermes en el colchón.- lo apunté.
-No pienso dormir ahí.- aseguro.
-Si no quieres por las buenas, serán por las malas.
Me tiré encima de ella y rodé, rodé, rodé. Ella trataba de soltarse de mi, pero la tenía muy afirmada para que no se soltará. Finalmente cayó al colchón.
-¡No quiero dormir aquí!.- repitió.
-Lo siento, pero estás en mi habitación. Mi habitación. o sea mis reglas.- dije.
Ella dejo de quejarse y se escondió entre las sábanas. Al parecer se había quedado dormida, pero sólo habían pasado 5 minutos. Debe estar cansada.
De pronto escuché un ruido.
Bajé rápidamente tratando de hacer el menos ruido posible, me dispusé a averiguar de dónde venía ese sonido.
Sala de estar: Nada
Baño: Nada
Patio trasero: Nada
Patio de al frente: Nada
Cocina: Había alguien.
-¿Quién esta ahí?.- pregunte asustada.
-Yo.- susurro alguien en mi oido.
Pegué un grito, pero no tan fuerte, ya sabía que estabn durmiendo.
-Tranquila, soy yo.- murmuró Alonso.
-Me asustaste idiota.- me enojé.
-Te vez sexy enojada.- río.
-¡No te burles!.- no pudé más, y también reí.
-¿Te parece si nos sentamos en el sofá y conversamos hasta el amanecer?.- propuso Alonso en un tono divertido.
-Esta bien.- reí.
El me tomo de la mano y me guío hasta la sala para sentarnos. Después fue a buscar una manta para que nos cubriera, ya que hacía algo de frío.
-¿Tienes frío?.- pregunto él.
-No tanto.- reí.- Gracias por traer la manta, esta sirviendo.
El paso sus brazos por mis hombros, después de eso apoye mi cabeza en su pecho.
Escuchaba como latía su corazón.
Se sentía bien.
Alonso me tomo de la cara, acarició mis mejillas lentamente, se acerco a mis labios. Pero no hizo nada. Me miro con un brillo en los ojos.
-Una mirada, dice más que mil palabras.- susurró sontra mis labios.
No pudé más, y me acerqué a él para besarlo. Aún tenía sus manos acariciando mis mejillas, intencionalmente pusé mis manos en su pelo.
Todo esto era perfecto.
Después del beso, empezamos a conversar de de cualquier tontería que se nos ocurriera, nada me aburría con él.
-Alonso, ¿me escuchas?.- reí.
Lo miré y sus ojos estaban cerrados. Se había quedado dormido, su rostro estaba relajado, su respiración estaba normal.
Cerré los ojos, y me quedé dormida.
