Narra ______:
Después de esa escena, entre a la casa para saludar a mi mamá, ella no me interrogo, realmente fue raro.
Subí a mi habitación para buscar ropa, luego me dirigí al baño. Me sentía sucia. Hice mi aseo personal y tocaron la puerta.
-Adelante.- grité.
-______, quería preguntarte si quería ir conmigo...Oh bueno, más bien conmigo y Ashly al centro comercial, y la verdad..No quiero ir sólo con ella.-dijo Alonso riendo.
-Claro, solo me arreglo y salgo.-estaba apunto de cerrar la puerta, pero me acorde de los chicos.- Alonso..¿Los chicos se fueron?.- pregunté.
-Si, un ratito después de que subiste.- respondió.
-Oh..Ya, gracias.-sonreí.
-Nos vemos abajo.
Así que íriamos con Ashly, yo pensé que me iba a invitar para ir a solas con él, pero no. Respecto a Ashly, prefiero ignorarla, ya me da lo mismo que diga o haga. Mientras pensaba, terminé de arreglarme y baje.
Alonso estaba viendo las fotos de nosotros dos juntos, cuando éramos pequeños. Me hizo sentir mucha ternura. Pero se dio cuenta que lo estaba mirando.
-Mira, sigo igual de guapo.- sonrío. Su sonrisa era tan perfecta.
-Yo sigo igual de tierna.- dije mirando las fotos.
Revisamos varios ''libros'' que tenían fotos de nosotros de pequeños. De pronto Ashly bajo. ¿Acaso no se cansa de utilizar tacones?
-Vámonos, quiero comprarme tacones, bolsos, maquillaje... y siguió nombrando cosas que la verdad no me interesan.
-Cariño tranquilizate, ¿si?.- suspiro Alonso.
Fuimos caminando, el sol estaba como nunca hoy, me gustaba este clima. Me sentía...¿Libre?. Si, algo así.
Era verdaderamente irritante escuchar a Ashly quejándose que nos consiguiéramos un taxi, porque le dolían sus pies.
Finalmente llegamos y ella salió prácticamente corriendo a recorrer cada tienda. Y me quedé sola con Alonso.
-¿Cómo la soportas?.- reí.
-Creo que me acostumbre.
-¿Vamos por unos helados?.- pregunté.
-Si, me estoy muriendo de calor.- río.
Fuimos al patio de comida, que estaba realmente lleno, nos acercamos a una tienda donde vendían helados.
Estoy furiosa o más bien celosa, la cajera no dejaba de mirar a Alonso, tengo ganas de decirle que me pertenece. Pero en realidad no.
-¿Cuál es tu nombre, guapo?.- coqueteo la cajera.
-Deja a mi novio tranquilo, por favor.- bufé. Alonso me miro raro y la cajera me fulmino con la mirada.
Después la cajera se rindió, esperamos unos minutos en silencio, hasta que nos toco pedir nuestros sabores.
-Yo quiero de Vainilla y Chocolate.- dijo Alonso.
-Yo ChocoMenta.- pedí.
Nos entregaron nuestros helados y fuimos a sentarnos al comedor.
-¿Así que soy tu novio?.- río Alonso.
-Tenía que hacer algo, ¿no?.- pregunté.
-¿Estabas celosa?
-Claro que no, ¿yo? ¿celosa que una cajera?..Pff, no.-aseguré.
-Si tu lo dices.- quedo un rato en silencio.- Tienes sucio ahí.- apunto mi labio.
-Limpiamelo tú.- dije riendo.
El agarro una servilleta y se acercó hacía mis labios, estaba nerviosa. Esta apunto de limpiarme pero remplazo la servilleta por sus labios.
¡Alonso me estaba besando!
Pusé mis manos en su cabello, y el las puso en mis mejillas. De pronto sentí su lengua y la deje entrar.
-Te quiero.- susurro Alonso contra mis labios.
