Narra _________:
-¿¡Viste eso!? -chille- ¡Me ha apretado la mano!.
-________, quizás sea tu imaginación.
-¡Alonso tienes que creerme!.
-No lo se -suspiro.
-No te preocupes Bryan, con que yo te haya sentido está todo bien, creo que te gusta escuchar nuestras historias así que vendremos seguido, pero ahora me tengo que ir, prometo venir mañana -di un beso en su frente- Te quiero.
-Adiós, amigo -se despidió Alonso.
Seguido nos despedimos de la mamá de Bryan también y salimos del hospital para tomar un taxi, no nos habíamos quedado mucho tiempo pero el cansancio me superaba.
Llegamos a la casa de Alonso y Columba nos abrió, ahora los hermanos de Alonso y Martin estaban en casa, la familia se dio un gran abrazo, sonreí.
-¿Volviste con Alonso? -pregunto Martin sonriente.
-No -hablamos Alonso y yo al mismo tiempo.
-Son el uno para el otro -escuche a Columba.
Al escuchar las palabras de Columba sólo me quede en silencio mientras los hermanos de Alonso se peleaban por un pedazo de chocolate, sonreí al mirarlos y decidí subir a la habitación que me habían asignado.
-________ -hablo Columba.
-¿Sí? -la mire.
-Disculpa si te hice sentir incómoda cariño, no fue mi intención -se disculpó.
-No es nada -sonreí ligeramente- Todo esta bien.
-Te aviso cuando este lista la comida para que comas.
-No, gracias -negué- Estoy algo cansada y quiero dormir igualmente gracias.
-Bien mi niña, descansa.
-Buenas noches -grite a todos mientras subía las escaleras.
Llegue a la habitación que era mía por algún tiempo, para mi mala suerte no tenía baño incluido, eso quiere decir que voy a tener que ir al baño más cercano para hacer mis necesidades.
Primero ordene las cosas que tenía en la maleta y las puse en el armario y en el velador, saque una pijama de conejitos, ropa interior y una toalla, luego me dirigí al baño que estaba casi alado de mi habitación.
Me metí a la ducha y como siempre, empezaba a pensar y esta no era la excepción.
Estaba sola, era lo único que sabía, quería que alguien me necesite para sentirse mejor, que no pudiera estar un día sin hablarme.
En el fondo, sabía que había alguien.
Mario.
Pero el problema era que yo no lo quiero como él quisiera que yo lo quisiese; no lo quiero más bien, no lo amo.
Lo último que hice en el baño fue lavarme los dientes, luego agarre la ropa sucia con mis manos, iba saliendo y choque con alguien, caí al piso bruscamente.
-Lo siento -se río Alonso mientras me tendía la mano para que me parara.
-No importa -empece a recoger mi ropa, que vergüenza.
Me faltaba algo, ¡mi sostén!.
-¿Buscas eso? -él señalo el sostén que estaba detrás de él.
-Carajo .-murmure mientras lo recogía.
-Mi mamá se ha quedado preocupada.
-¿Si? -me sentí un poco mal.
