|Capítulo 30|

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Narra ______:

¿Perdonarlo o no perdonarlo?

La verdad es que quiero perdonarlo, pero no lo sé. ¿Qué pasa si sucede de nuevo?

Lo miré, el estaba haciendo pucheros, se veía realmente tierno. Me dieron unas inmensas ganas de tirarme sobre él y abrazarlo.

-Sonreí.- Te perdonó.

-¿E-encerio?.- tartamudeo con una sonrísa. Yo asentí.- ¡Te amo!

Se acerco rápidamente a mi y me tomo en sus brazos, empezó a girar varias veces, giros y más giros. Me bajo y me abrazo como si el mundo se fuese a acabar.

-Prometo no hacerlo más.- susurro contra mi cabello.

-Eso espero.- sonreí.

-Te amo ______.- susurro separándose de mi y mirando mis labios.

Cada vez la distancia se iba acortando, él me tomo de las mejillas y yo enredé mis brazos en su cuello.

-Hey.. Seguimos aquí.-  dijo Jos.

-Gracias Jos, arruinaste mi momento.- nego Alonso riendo.

-¿Vemos una pelicula?.- ofreció Alan.

Todos asentimos y caminamos a la sala de estar, ya que ahí ibamos a ver la pelicula y finalmente quedamos en este orden:
Alfredo, Sara, Alan, Estevan, Said, Karen, Jos, yo y Alonso.

-Ponle play.- dijo Karen.

-¡Saca esa pelicula!.- me quejé.

-¿Te da miedo esta pelicula? ¿Enserio?.- río Jos.

-Es que no lo puedo evitar, da mucho miedo.- hice puchero.

-Yo te protejo.- dijo Alonso poniendo su brazo sobre mi hombro y acercándome más a él.

La pelicula siguió, cada que pasaba algo feo me escondía en el pecho de Alonso y el solamente reía, o simplemente golpeaba a Jos.

Cada vez que veo esta pelicula, no puedo dormir, espero no pase esto. Que pena me daría no poder dormir por una pelicula.

-¡Ah!.- se escucho un grito ahogado. Era Sara.

-Tranquila, estoy aquí.- susurro Alfredo.

Llego el final, ósea la peor parte de la pelicula. Cerré mis ojos por un momento, y la pelicula había acabado.

-Sara, eres una miedosa.- río Karen.

-Hey, tú también tuviste miedo, no me lo niegues.- río Said.

-¿Nos dormimos ya?.- dijo Alan, al parecer estaba cansado.

Uno por uno nos despedimos hasta el día siguiente. Los chicos se fueron a la derecha y nosotras a la izquierda, pero no quedaban tan separadas las habitaciones.

-No tengo sueño.- susurro Sara.

-Yo tampoco.- respondímos Karen y yo al unisono.

-¿Les gustaría si les hacemos una broma a los chicos?.- sonreí maliciosa.

-No, después se enojan.- dijo Sara.

-No lo creo.- respondío Karen.

-¿Lo vamos a hacer o no?.- pregunté. Las dos se miraron y levantaron el pulgar.

-Tenemos que planear que hacer.- dijo Karen.

-Tengo una idea.-  río Sara.- Vamos a buscar todo lo dulce que haya en la cocina, y se lo ponemos en la cara.

-¡Si!.- chillo Karen.- Y traemos una cubeta de agua y la colgamos sobre la puerta y cuando la abran..¡PUM! Se mojan.

-¡Maquillaje! Los pintamos antes del dulce.- sonreí.

-Entonses.. Manos a la obra.- hablo Sara.

Karen tomo el maquillaje, después fuimos a la cocina en busca de lo que faltaba.

-Sara busca en el refrigerador, Karen tú el agua y yo vigilo que no venga nadie. Rápido.- ordene.

Pasaron unos minutos y seguíamos en la cocina. Esto me estaba gustando.

-________, conseguí miel y cajeta, pero no hay más dulce.- se quejó Sara.

-Eso es suficiente.- la miré.

-Tengo lista la cubeta.- dijo Karen.

-Bien, vamos.- sonreí.

Caminamos lentamente hacía la habitación de los chicos que literalmente estaban roncando, era como si se ahogaran. Las chicas se pusieron a reír.

-¡Shh!.- las callé.

Pasamos a la habitación, todos se notaban profundamente dormidos. Eso era bueno. 

-Primero el maquillaje, cada una tome algo para maquillarlos, sin piedad. Por favor.- susurre.

Empezamos a pintarlos, uno por uno. Se miraban realmente chistosos, las ganas de reír a morir, no faltaban.

-Terminamos.- anuncio Sara cerrando un rimel.

-Ahora la cajeta, se lo ponen en los pies, también en las manos y yo pongo la miel en sus cabezas.- ellas inmediato tomaron la cajeta.

Yo tomé la miel y comencé a ponerselos en el pelo, haciéndoles peinados raros, me asuste cuando escuché un quejido.

Miré a las chicas, ellas se habián agachado para que no las vieran.

-Mmm.- era Jos, a los minutos después volvió a su sueño.

Comenzamos de nuevo nuestro plan, Alonso se veía tan tierno durmiendo, me daba pena hacerle esto a su hermosa cabello, entonces solamente pusé un poco.

-_______.- susurro Karen.- ¿Terminaste? Nosotras si.

-Si, ahora la cubeta.

-Sabes..Creo que si ponemos la cubeta en la puerta vamos a hacer mucho ruido, entonces, que tal si mejor le echamos miel y la ponemos sobre el piso, así se paran y se caen.- comento Sara.

-Okay.. Entonces, terminemos con esto.

Echamos la miel dentro de la cubeta y comenzamos a derramarla junto con el agua en el piso, hasta que este quedo repleto. Espero no tomen venganza.

-Vámonos.- susurré.

Salimos silenciosamente. Pasamos por la cocina para dejar las cosas y la cubeta donde estaban.

Ahora estabamos en nuestra habitación conversando.

-Me dormiré, buenas noches.- murmuro Sara.

-Yo igual, buenas noches.- sonreí.

-Hasta mañana.- me respondieron.

-Al día siguiente-

Desperté por unos gritos, en ese momento se me vino a la cabeza lo que habíamos hecho.  Miré a las chicas, ellas también se habían despertado.

Sin pensarlo, corrimos hacia la habitación de los chicos y entramos sin preguntar.

-¡¿Qué nos paso?!.- grito Jos aterrado.

No me olvides. CANCELADA TEMPORALMENTE {Alonso Villalpando} CD9Where stories live. Discover now