Capítulo 8/10 para el final.
Narra ________:
-¿Le pusiste así para que te recuerde?
-¿Es muy obvio? -hizo pucheros.
-No -mentí riendo.
-Ya se que es obvio, pero..No quiero que te olvides de mi.
-No lo haré, además tengo a este hermoso perrito -sonreí mirando sus ojos azules.
-Toma -me paso el cachorro- Le gusta dormir y comer.
-Entonces merece llamarse Alonso.
-Lo se -río- Mamá esta acá.
-No la he visto -hice una mueca.
-Dice que podríamos salir a comer algo -lamió sus labios.
Mire a mi mamá y ella asintió, había escuchado nuestra conversación. El pequeño Alonso me había mordido el dedo, apenas lo sentí.
-Me mordió -sonreí.
-Alonso no muerdas -él lo regaño.
-Es tan sólo un cachorro -reí.
-Igual, sólo yo muerdo a mi princesa.
-¡Hey! -chille.
-Lo siento -río.
-Hija, nos vamos con Columba -mamá se acercó nuevamente.
-Esta bien, vamos.
Alonso entrelazo nuestras manos y en la otra mano tenía la correa del pequeño Alonso, que andaba olfateando a cada momento.
-Hola ________, ¿cómo estas? -Columba me dio un beso en la mejilla.
-Bien ¿y usted? -conteste.
-Muy feliz -dijo mirando a Alonso.
Entramos a mi auto y mamá manejo, adelante de copiloto iba Columba y en la parte trasera, los dos Alonso y yo.
Llegamos al restaurante y nos
bajamos, cuando vi la puerta de la entrada de este no se permitía entrar mascotas.
-Llévalo igual, no creo que te digan algo -hablo Alonso.
-Esta bien.
Iba a caminar pero él me tomo de la mano y me dio vuelta, había quedado muy cerca de él, este chico me iba a volver loca.
-¿No te olvidas de algo? -murmuro.
-No -negué.
-Entonces te recordare.
Tomo mis mejillas y me acerco a sus labios que eran totalmente suaves, el beso era algo rápido pero lo disfrutaba igual, Alonso se separó de mi algo enojado.
-¡Me orinó! -grito mirando su zapatos.
Mire sus zapatos y efectivamente estaban llenas de orina de perro, sin evitarlo una gran carcajada se me salió y Alonso me miraba serio.
-No te rías -hizo pucheros.
-¿Cómo quieres que no me ría? -reí de nuevo.
-No lo se, pero entremos ya. Tengo hambre.
Entramos al restaurante y buscamos a nuestras mamás hasta que las encontramos, yo estaba alado de Alonso y al frente mío se encontraba mamá. Pedimos y luego de veinte minutos la comida llego, se preguntarán como es que comía si tenía que sujetar al cachorro, pues lo amarre a la silla.
