Capítulo 1/10 para el final.
Narra ________:
Me desperté por los gritos de mamá, gruñí y me removí en la cómoda cama, mamá se percató y me quitó la sábana.
-¡Arriba hija! ¡Estás tan grande! -grito.
-¿Por qué gritas tanto? -pregunte.
-¡Es tu cumpleaños! -chillo.
¿Enserio? ¿Hoy era mi cumpleaños? Vaya, debo ser bastante idiota para no acordarme, hoy cumplía dieciocho años, soy mayor de edad.
-¡Tengo dieciocho!
-¡Tienes dieciocho! -mamá me siguió.
Me levanté y le di un gran abrazo, me separe de ella y empecé a saltar en la cama, luego tome mi ropa interior y mi vestuario para hoy, me adentré al baño para hacer mi aseo personal. Luego de unos minutos salí vestida, peinada, un poco maquillada, perfumada y limpia.
Tome mi mochila y la colgué en mi hombro derecho, baje las escaleras y compartí un agradable desayuno con mi mamá. Me despedí de ella y salí de la casa para subirme al auto.
Iba en medio camino hacia el instituto y vi a Bryan caminando con su nueva ropa, se veía bastante bien.
-¡Bryan! -grite y él me miro- ¡Sube!
Él sonrió y se dio la vuelta para subirse al auto me dio un beso en la mejilla haciendo que me sonrojara.
-Te ves muy bien -opine.
-Gracias, todo esto es por ti -sonrió.
-Las chicas huecas se van a sorprender, y aún más cuando les diga que eres el mismísimo Bryan Mouque -reí.
-No lo sé -dijo mirando su celular.
No sabía si preguntarle con quien estaba hablando y de que, quizás entienda mal y que piense que estoy celosa, así que mejor no le preguntare nada.
Llegamos al instituto y él se bajó rápidamente segundos después me abrió la puerta y entramos juntos al instituto.
-¿Quién es él? -murmuro una chica.
-Es muy guapo -comento otra.
-Su sonrisa, es hermosa.
-Hola soy Mia, bienvenido -ella se nos acercó.
-No soy nuevo -hablo Bryan.
-Nunca te había visto por aquí bombón, ¿de qué grado eres? -pregunto.
-Del mismo que tú.-respondió.
-¿Te haces o qué? -fruncí el ceño.
-Tú cállate -escupió Mia.
-¿¡Cómo no se dan cuenta que es él mismísimo Bryan Mouque!? -alce la voz.
-No puede ser el raro.-negó Mia.
-Lo soy, sólo que ya no tengo brackets y lentes, además tengo diferente forma de vestir.
-Bueno, ¿quieres venir a mi casa hoy? -Mia lo miro coqueta.
-No, gracias.
-Ughhhh -gruño ella- Verás cómo caes a mis pies.
-Te dije que se sorprenderían -reí.
-Ya lo he notado -sonrió.
Nos encontramos con todos los chicos y nadie se había acordado de mi cumpleaños, ¿esto podía ser peor? La única que se acordó fue mi mamá.