Narra ________:
Me desperté al escuchar la puerta de mi
habitación abrirse, abrí los ojos y mire a mi alrededor, este no era mi cuarto, era el de Alfredo y de Alonso. Yo me encontraba en la cama de Alonso, mire a mi lado y ahí se encontraba Abi y Sara totalmente dormidas. Tenía un dolor de cabeza increíble, lo último que recuerdo fue haber pedido el trago más fuerte que tenían en el bar y listo, no recuerdo más. Me pare y revise mi atuendo, una camisa de Alonso como pijama, mire por dentro y me encontraba en ropa interior, mierda que
vergüenza con Alonso.
Entré al baño sin tocar, grave error, Alonso se encontraba lavándose los dientes, él me miro y siguió con lo que estaba haciendo. Me recosté nuevamente en la cama con mi mano izquierda en mi frente, mi cabeza dolía y mucho, esta es una razón por la que no me gusta emborrachare.
-Eh, Alonso -lo llame.
-Dime -dijo cortante.
-¿Tienes ropa para prestarme? -pregunte.
-Creo que haz dejado ropa acá cuando te quedabas, ahora la busco -se acercó al armario y lo abrió, luego de un minuto me paso unos jeans, una blusa y un abrigo.
-Gracias -agradecí.
Él no dijo nada y se fue de la habitación, ¿era necesario ser tan indiferente? Entré al baño y cerré con seguro, hice mi aseo personal y salí totalmente limpia.
Baje las escaleras lentamente, aún me sentía un poco mareada más el dolor de cabeza, esto era terrible.
-Hey, ______ -Alfredo me abrazo.
-¿Cómo estas? -pregunte.
-Bien pero al parecer tú no, ¿quieres una pastilla? -hizo una mueca.
-Por favor -rogué.
Él me paso un vaso de agua y una pastilla color blanca, me tome la pastilla y deje el vaso en una mesita que había.
-Tomaste como nunca -río él.
-Por favor dime que no hice nada malo.
-Yo no lo se, todos nos fuimos, los únicos que quedaron fueron Alonso, Bryan y tú-se encogió de hombros.
-Ósea, Villalpando me trajo, ¿no?
-Si -asintió.
-Quizás pasé la vergüenza de mi vida, y con Alonso -rodé los ojos.
-No te preocupes, si hiciste algo no creo que lo ande contando.
Me recosté en el sillón, mi cabeza estaba en las piernas de Alfredo y él me acariciaba el cabello, mi mejor amigo era único, irremplazable.
-¡Mi cabeza! -grito Sara.
Alfredo se levantó y fue a verla, me quede acostada en el sillón sola, hace unos días estaba acá por lo que pasó con Alonso.
Empece a buscar mi teléfono hasta que lo encontré en un mueble, lo prendí.
3 llamadas perdidas de mamá y un mensaje de ella.
Mensaje.
"Hija, Alonso me contó todo, sé que estas en la casa de Alfredo, no llegues tan tarde, te amo."
-_______ ayúdame -suplico Abi bajando las escaleras.
-Eso pasa por emborracharte -reí.
-Miren quien habla, cuando llegaste tus gritos y llantos se escuchaban en toda la cuadra -me miro desafiante.
-¿Gritos, llantos? -dije confundida.
-Así es, no se cómo Alonso te tuvo tanta paciencia -sonrió.
