3 [EDITADO]

2.8K 206 30
                                    

—¿Están todos en posición? —cuestiono en un susurro por el micrófono que llevo escondido.

—Sí, señora —dicen mis hombres en respuesta.

Tapo el micrófono con mi mano y observo al cielo.

—Has lo posible para que esto salga bien y los niños estén a salvo, Bruno —ruego asustada.

—Ellos estarán bien —oigo a mis espaldas.

—¿Qué haces ahí, Dustin? —le observo.

—Voy a entrar contigo, Emily pensará que la he abandonado —hace una mueca.

Mi teléfono comienza a sonar, lo tomo entre mis dedos y respondo.

—¿Qué es lo que quieres, Petrov? —respondo observando fijamente el lugar en el que estaba.

Oye, nena —habla frío—, a mí me hablas bien porque tus pequeños son quienes saldrán mal de todo esto —aprieto mi mandíbula.

—Estoy fuera —es lo único que respondo.

Pues te aguantas unos minutos —ruedo los ojos—. Enviaré a alguien para que te requise —cuelga la llamada.

—Van a requisarme —le informo a Dustin para luego guardar nuevamente mi teléfono.

—Era algo obvio —suspira.

—No es nada imbécil —bufo—, pero tiene demasiado miedo de que le maten —observo mis alrededores.

—No debería requisarte, si tan inteligente es podría luchar contigo pero no lo hace porque sabe que perdería contra ti, poginet —me guiña el ojo.

—Creo que no me encuentro en aptas condiciones físicas para pelear —hago una mueca—. Aunque por mis niños sacaría fuerzas de donde no las hay —susurro.

—Un hombre se acerca a ustedes, señora —me habla Marco por el audífono que tengo bien escondido por el cabello, el micrófono estaba por dentro de mi blusa.

Observo con atención al hombre; es demasiado alto, corpulento y calvo.

—Separe las piernas, señorita —ordena con una voz gruesa.

—¿Por qué no vino una chica a requisarme? —lo observo fijamente—. No me gusta que un hombre desconocido me toque sin mi permiso —él suspira.

—Le tocará dejarse requisar por mí sino quiere morir —no sé si me asusto más la expresión amenazante en su rostro o la forma en la que sus músculos se movieron.

Abro mis piernas y extiendo mis brazos a mis laterales, dos segundos después el grandote comienza a requisarme meticulosamente.

—Puede entrar —observa a Dustin— ...pero solamente ella —gruñe, se voltea y comienza a caminar.

Poginet, debo ir... —lo interrumpo.

—Te prometo que Emily saldrá sana y salva —susurro sosteniendo su rostro entre mis manos.

—Ve con cuidado...

—Lo haré —asiento—. Tengo el micrófono, así que podrán escuchar todo —él asiente y yo alcanzo al grandote.

El hombre me observa por encima de su hombro.

—¿Le cederá su puesto? —murmura.

—Haría lo que fuera por mis hijos —le observo.

—Eso dice que es una buena madre —le medio sonrío—, pero ahora...siento lo que va a suceder —suspira.

—¿A qué se refie... —siento un fuerte golpe en mi nuca y luego de eso todo se ha vuelto negro.

PERDICIÓN © #3 [✓]Where stories live. Discover now