PERDICIÓN © #3 [✓]

32 [EDITADO]

Bruno acaricia mi espalda en forma de ánimos pero yo no he dejado de llorar.

—Mi hijo no, Bruno —sollozo.

—Dea, mírame a los ojos —niego—. Mírame, por favor —levanto mi mirada y veo que hay tristeza en su mirada.

Posa cada mano sobre mis mejillas.

—Nadie te quitará a nuestro hijo —susurra—. No se lo permitiré ni a tu padre ni a nadie porque a quien se atreva a hacerlo, lo mataré —habla entre dientes.

Cierro mis ojos con fuerza y siento como más lágrimas caen por mis mejillas pero Bruno las limpia con sus pulgares. Inspiro profundamente y vuelvo a abrir mis ojos.

—Voy a recostarme un momento —susurro.

—¿Segura, dea? —asiento y le doy una débil sonrisa—. Vale, cualquier cosa me llamas a mí o a tu hermano —besa mis labios y luego se aleja de mí.

Unos minutos después me encuentro recostada en la cama con la mirada fija en el techo y con las manos sobre mi abdomen.

Tomo el teléfono y veo que hay un mensaje, lo leo por encima para volverlo a dejar en donde estaba.

Estoy completamente nublada, no sé cómo aún estoy aquí, pienso en todo lo que me ha sucedido en estos casi treinta y dos años que tengo de vida; los primeros años de mi vida eran felices junto con mi madre y hermano, en la primer violación hecha por mi padre, el asesinato de mamá, las demás violaciones, cuando conocí a Bruno en casa de mi hermano, la entrada en Fénix Design, todos los problemas que me causó Bruno luego de la vez de la reunión de "trabajo", el falso casamiento, mi pelea con Olivia junto con pérdida de memoria, la falsa muerte de Bruno, Mike, Misha, el embarazo de Benjamín, el secuestro de los niños, el mío y la pérdida de mi bebé, mi cáncer, en fin que no sé cómo cojones sigo viva.

Me levanto de la cama y camino hacia el baño cerrando la puerta con seguro.

Comienzo a llenar la bañera y mientras que espero que esta se llene me observo en el reflejo del espejo. Suspiro profundamente y bajo la mirada.

Volteo hacia la bañera y veo que está casi llena, así que me quito los zapatos para finalmente introducirme en ella; me sostengo del borde de la bañera con la vista fija en un punto exacto.

Segundos después me sumerjo por completo bajo el agua, estoy con los ojos abiertos y clavados en el techo.

Puedo sentir como poco a poco es más grande la necesidad de respirar pero me sumerjo aún más.

La imagen de mis hijos corriendo por el patio llega a mi cabeza y luego el rostro de Bruno se hace presente. Segundos después veo la imagen de mi madre sonriendo y extendiendo la mano hacia mí.

Pierdo la cuenta del tiempo que me mantengo bajo el agua hasta que puedo detectar como alguien tira la puerta abajo y lo siguiente que veo es a Luca, quien me sujeta por los brazos sacándome del agua y comienzo a toser.

—¡¿Estás loca, Kylie?! —me observa asustado—. Vamos, sal de ahí —cierra la llave de la bañera, me ayuda a salir de la bañera y me coloca una bata sobre la ropa.

—Mamá... —susurro mientras Luca baja conmigo por las escaleras.

Siento la mirada de todos sobre mí y veo como Bruno se coloca frente a mí sujetando mi rostro entre sus manos.

—¿Por qué está empapada? —Dustin se acerca.

—Trató de ahogarse en la bañera —busco la mirada de Bruno quién está observandome con detenimiento—. Sino hubiese entrado estaría muerta —el italiano cierra sus ojos y niega