PERDICIÓN © #3 [✓]

30 [EDITADO]

Recomendación: Ponerse cómodos y tener algo para comer cerca porque estos últimos capítulos serán algo extensos.

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Golpeo el saco de boxeo con fuerza. He pasado los últimos días entrenando más de la cuenta y ha dado frutos; mi estabilidad se ha recuperado casi por completo, al igual que mi agilidad y destreza.

Me alejo del saco y muevo mis hombros hacia atrás mientras que giro mi cabeza de un lado hacia el otro. Camino hacia una mesa que había en un costado en donde tenía una botella de agua, la abro y bebo un gran sorbo de agua.

—¿Has terminado, bella? —asiento y cierro la botella volteando hacia Brant.

—Me he recuperado a nivel físico —ríe—. ¿Qué sucede?

—Nunca has estado mal físicamente —ahora quien ríe soy yo—. Vamos a ver si estás en aptas condiciones para pelear contra el mejor —extiende sus brazos a ambos lados de su cuerpo y sonríe.

—¿Estás preparado para perder? —enarco una de mis cejas.

—¿Tú estás preparada para perder? —se acerca a mi rostro.

Comienza a estirar en su lugar y lo observo con atención.

—Brant, no tengo todo el día —murmura.

—No desesperes que perderás más rápido de lo que tardo en calentar, bella —ruedo mis ojos.

Unos diez minutos después lanza un derechazo hacia mi rostro pero atrapo su puño y con gran destreza, elevo la punta de mi pie con fuerza golpeando su nariz.

—¿Eres bailarina de ballet o qué coño? —limpia la sangre de su nariz y me atrapa contra una pared.

Acerca su rostro al mío y su nariz roza con la mía.

—No, pero si soy ágil —sonrío de lado y con una zancadilla lateral cae de espaldas al suelo.

Me coloco encima de su cuerpo con ambas piernas a cada lado su cuerpo y con mi mano aprieto su cuello.

—¿Me matarás, bella? —susurra con una sonrisa.

—No eres un enemigo, Brant —sonrío de lado.

Su mano acaricia mi mejilla con suavidad pero de un segundo a otro me sujeta con fuerza del cabello y empuja su cuerpo hacia un lateral haciendo que demos una vuelta en el suelo, logrando que su cuerpo quedé encima del mío.

—Eres hermosa —frunzo el ceño—. Bruno es muy afortunado de tenerte, bella —susurra.

—Tiene suerte de tenerme sí —menciono con superioridad.

De un momento a otro tengo a Brant sobre mis labios, besándome. Abro mis ojos totalmente confundida, estoy paralizada, no sé qué hacer.

En el momento que logro reaccionar junto mis piernas, reúno mis fuerzas y le empujo hacia atrás haciendo que se golpee la cabeza.

Voy hacia el lugar en el que se encuentra y meto dos puñetazos en su rostro; su labio comienza a sangrar y me observa directamente a los ojos.