La desgracia de Jotaro, aún no termina

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En una mañana bastante tranquila y pacífica debido a que era un día libre sin clases, Ichika, Nino e Itsuki se encontraban desayunando en el comedor de su apartamento mientras charlaban.

—¿Saben cuándo salió Miku de su cama? —preguntó Ichika.

—Yotsuba fue a buscarla, por lo que también desapareció.

—¿Cómo está Kujo-kun? —La menor preguntó antes de darle un bocado a su comida.

—Apuesto que él todavía está durmiendo.

—Entonces de verdad decidió quedarse aquí, ¿eh? Creo que puedo soportarlo un poco —comentó Nino con el ceño fruncido, a diferencia de su hermana mayor que estaba sonriente todo el tiempo.

—¿Sabes? Si quieres puedes unirte al grupo de estudio, es divertido.

—Ni lo pienses...

—Deberías unirte, eres la única que no participa. Además, es probable que yo las supere a todas —bromeó Itsuki con el bocado a mitad de ser masticado.

—¿Por eso tienes esa mirada cansada? —cuestionó Nino tomando por sorpresa a la hermana menor que se atragantó con su comida—. ¿Por eso estudias tanto?

—Y-Yo... No sé de que hablas...

—Anoche pude ver como seguías estudiando a pesar de los descansos que dio ese tonto. ¿Estás durmiendo bien?

Sin poder argumentar, Itsuki se quedó callada al no tener una buena excusa que darle a su segunda hermana mayor.

Mientras tanto en la habitación de Miku, Jotaro comenzó a despertar abriendo los ojos con pesadez. El primer movimiento que hizo ya consciente de sí mismo fue limpiarse el rostro usando su mano. Supo que era hora de levantarse y cuando se dio la vuelta para salirse de la cama, se sorprendió bastante cuando vio a una de las quintillizas acostada a un lado suyo.

Sin duda, era algo que realmente lo había impresionado ya que era algo que no se esperó en ningún momento. ¿No se suponía que él tendría esa habitación para él solo durante esa noche? Aún con la sorpresa, recuperó la calma rápidamente, pues había vivido situaciones en las que su vida corría peligro y fue capaz de sobrellevarlas sin ningún problema por lo que eso no era nada a comparación de eventos pasados.

«Yare yare daze... A juzgar por el color de su pijama, debe ser Miku. ¿Acaso se metió a su habitación sin darse cuenta? Como sea, si las demás me encuentran así, será un escándalo.» pensó el chico meditando sobre las pocas opciones que tenía a la mano para evitar un problema a tan temprana hora.

Se salió de la cama evitando despertar a la castaña y se vistió con su uniforme, poniéndose su chaqueta negra que le llegaba a las pantorrillas, sus zapatos del mismo color y por último, su clásica gorra desgarrada.

El muchacho abandonó la habitación sin dudarlo y observó desde el pasillo de las habitaciones que tres de las quintillizas se encontraban desayunando debajo así que no se preocupó por ser descubierto y bajó por las escaleras tranquilamente.

—¡Oh, buenos días, Jotaro-kun! —saludó Ichika al ser la primera en verlo bajar al primer piso.

—Kujo-kun, ¿tienes idea de dónde está Miku? Yotsuba salió hace unos instantes a buscarla.

—Probablemente esté en la biblioteca.

—¡Bien, entonces vayamos a buscarla! —indicó la mayor de buen humor—. Le mandaré mensaje a Yotsuba diciéndole que nos reunamos ahí para aprovechar y estudiar un poco.

—Yo me quedaré aquí —aclaró Itsuki hablando seriamente.

—Sí, quédate a descansar. Más te vale que no estudies, ¿eh? —Nino habló refiriéndose a su hermana y obviamente, se quedaría para no ver a Jotaro.

Un tutor muy serioWhere stories live. Discover now