La hermana más responsable

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El año había finalizado y con eso una nueva temporada había dado inicio en el que nuevas aventuras llegarían a la puerta muy pronto, eso incluyendo nuevos problemas. Las quintillizas pasaron tranquilamente su fin de año al igual que su tutor; quien les había permitido descansar ese día festivo, para el siguiente, iniciar la primera sesión de estudios.

En una nueva mañana tan cálida y tranquila...

—¡Estoy harta de vivir así! —exclamó Nino muy enfadada justo en el despertar—. ¡¿Por qué te escabulliste en mi futón?!

—¡T-Tenía frío! —se excusó Itsuki tratando de apaciguar la molestia de su hermana.

No solo ellas, tanto Miku como Yotsuba se habían unido al escándalo tan temprano haciendo imposible entender quien hablaba y quien respondía ya que todas tenían las mismas voces.

Quejas y más quejas, era lo que Kujo Jotaro escuchaba mientras observaba con una expresión sombría a las chicas discutir por nimiedades. Había olvidado lo ruidosas e irritantes que podían llegar a ser durante el poco tiempo que estuvo alejado de ellas tomando un descanso; pero para desgracia suya, había vuelto a esa caótica rutina.

—¡¿Pueden callarse de una maldita vez?! —gritó muy harto, asustando a las cuatro despiertas—. ¿Por qué no toman el ejemplo de esa holgazana dormida que no hace ningún ruido?

—¿Qué quieres que aprendamos? ¿A ser unas desordenadas sucias? —Nino habló, mirando con asco el futón de Ichika lleno de ropa por todos lados.

—¡Ichika, despierta de una vez! —Jotaro comenzó a despertar a la pelicorto moviendo su cuerpo con su pie.

—Hmm... —balbuceó la hermana mayor despertando por los movimientos bruscos de su tutor para después voltearse y mirar a Jotaro con aquella seductora mirada—. Buenos días, Jotaro-kun...

Las cuatro restantes se avergonzaron al instante ya que su hermana estaba desnuda y siendo vista por el indiferente chico al que expulsaron de la habitación inmediatamente para que dejara de verla.

—Que fastidio... —se dijo para sí mismo una vez afuera del único dormitorio.

Jotaro fue a tomar asiento dentro del kotatsu y esperó pacientemente a que sus estúpidas alumnas terminaran de vestirse y arreglarse para comenzar la sesión de estudios matutina.

Luego de varios minutos, todas salieron arregladas y se adentraron en el mismo kotatsu que funcionaba como el punto de reunión para estudiar todos juntos.

—Parece que por fin podemos estudiar —musitó más calmado pero no le duró demasiado al observar a una de las quintillizas cabecear dormida—. Tch...

—Ichika. —Yotsuba movió de la manera más suave el hombro de su hermana para despertarla.

—Ah, lo siento —se disculpó con ella y las demás para luego fijar su coqueta mirada en el serio Jojo—. Y también lo siento por hacerte ver algo terrible tan temprano, Jotaro-kun. ¿O quizás debería decir algo encantador?

—¿Eres idiota? Ponte algo de ropa o te enfermarás. —Jotaro ignoró sus provocaciones y solo actuó con indiferencia.

—¿Oh? ¿Es que acaso Jotaro-kun se preocupa por mí?

—Cierra la boca, maldita holgazana.

—Por cierto, estoy tomando un descanso de mi trabajo por ahora para poder concentrarme en mis estudios —comentó Ichika con una alegre sonrisa, actitud que llenó de inspiración al resto de sus hermanas—, porque quiero mostrarle a nuestro padre que incluso nosotras podemos evitar sacar malas notas.

Un tutor muy serioWhere stories live. Discover now