Tercer año

801 112 82
                                    


Después de que las vacaciones de primavera finalizaran, el ciclo escolar se renovó y como tal, el regreso a clases también se dio.

Jotaro caminaba a solas rumbo a la escuela con aquella expresión seria e indiferente que provocaba que las chicas se derritieran por él y los hombres sintieran temor y celos a la vez. En fin, nada de eso le importaba, solo esperaba llegar tranquilamente a la escuela sin que nadie lo moleste.

Sin embargo, tal deseo no podía ser cumplido.

—¡Buenos días, Jotaro-kun! —saludó Ichika con su buen ánimo de siempre, uniéndose a la caminata con el chico.

—¿Qué haces aquí?

—¿No es obvio? Voy camino a la escuela. Además de que pensé que podría acompañar al solitario Jotaro-kun.

—Yare yare daze... Si tomo los caminos más escondidos, es precisamente para que nadie me moleste, incluyéndote —respondió el chico con desinterés por la compañía de la frívola Ichika.

—Ah, sí, déjame contarte —comenzó a hablar la chica tras aclararse la voz—. Esta mañana les dije a mis hermanas que a partir de ahora dividiríamos la renta y todo lo relacionado a la casa o tendrán que regresar a vivir al viejo departamento.

—... —Jotaro la ignoró manteniendo la vista al frente, aunque eso no significara que no la escuchara con atención.

—Creo que lo que dije de verdad las tomó por sorpresa, jeje... ¿Pero sabes? Tenía que hacerlo. Hasta ahora solo había trabajado en papeles secundarios para mantener el hogar pero pensé que ya era momento de hacer lo que realmente quiero.

—...

—Yotsuba consiguió un trabajo de limpieza y parece que es su fuerte, ya que ella solía limpiar mi habitación así que creo que no tendrá problemas. Itsuki-chan aún está buscando a que dedicarse pero estoy segura que estará bien. Nino y Miku fueron a solicitar empleo en la pastelería donde trabaja Noriaki-kun y por lo visto, parece que estaban muy competitivas por tomar el puesto. ¿No será que ellas dos tienen algún interés en él? —preguntó ella de forma burlesca.

—...

—¿De verdad no te da algo de celos que alguna de ellas esté trabajando junto con Noriaki-kun? Podría pasar algo peligroso... —Ichika miró a los ojos de Jotaro, los cuales seguían enfocados al frente.

—...

—¡Jotaro-kun! ¡En serio intento conversar contigo! —exclamó la chica molesta por la indiferencia del muchacho.

—¡¿Puedes callarte?! —Finalmente, el chico se dignó a responder irritado por la insistencia de la Nakano mayor—. No, no me importa si algo pasa con ellas dos y Kakyoin; y tampoco me importa si consigueron empleo o no, mientras no afecten sus estudios, me da igual.

—Bueno, al menos me estás escuchando... —se calmó la chica suspirando de alivio—. ¿Sabes? Puede sonar extraño viniendo de mí, pero me siento algo sola. Todas estarán ocupadas en sus propias cosas y tendremos menos tiempo para nosotras. ¿Será que así será nuestro camino a la madurez?

—Aunque así sea, no tiene nada de malo.

—Tienes razón.

Después de llegar a la escuela, Jotaro e Ichika fueron directamente a ver el tablero de anuncios donde estaban reunidos gran parte de los estudiantes que habían pasado al siguiente año para checar en que salón se habían quedado. Entre la multitud que tanto le molestaba al de gorra, él se abrió paso empujando a todos y buscó su nombre. Luego de eso, subió a su salón correspondiente sin importarle nada más.

Un tutor muy serioWhere stories live. Discover now