Desafío

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Al terminar sus labores después de clases, optó por irse directo a casa pero antes de eso, Jotaro decidió pasar al baño por última vez y... Estando ya acostumbrado a situaciones extrañas, ahí estaba de nuevo Takeda, ocupando el lugar a lado suyo.

—Kujo-kun —lo llamó él con una sonrisa.

—¿Otra vez tú? ¿Qué diablos quieres? —preguntó el muchacho fastidiado.

—Debe ser difícil ser el tutor de las Nakano, ¿no? Si quieres, puedo tomar tu lugar.

—¿Cómo sabes eso?

—Lo escuché del padre de las Nakano. Que él te escogió por tener las mejores calificaciones de toda la escuela para que así puedan evitar reprobar.

—...

—Debes estar cansado de ser su tutor, ¿no? Puedo tomar ese puesto por ti —aseguró Takeda manteniendo su radiante sonrisa.

—Haz lo que quieras, no me importa. Yo les seguiré enseñando a esas descerebradas.

—Estás muy convencido de que ellas no te dejarán ir. Pero ahora no tienes el tiempo para hacer eso, ¿no es así? Debe haber algo más importante en lo que te debas de enfocar.

—...

—Por tu silencio, para que aún no te das cuenta. Me decepcionas, eres alguien sin espíritu. —Y sin decir nada más, se marchó.

«Vaya fenómeno..»

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Jotaro fue a la casa de las Nakano para una nueva sesión de estudios con las quintillizas presentes, a excepción de Ichika, quien seguía trabajando.

—Ten, revisa mis respuestas, Jo-kun —pidió Nino acercándose a él con su hoja de ejercicio.

— También he terminado —dijo Miku interponiéndose entre Nino y Jotaro—. Hazte a un lado.

—¡Pero si yo llegué primero!

Como era de esperarse, Nino y Miku comenzaron a discutir entre ellas. Esto irritó al muchacho pero prefirió ignorarlas y concentrarse en las otras dos hermanas.

—Estos exámenes de simulación parecen ser complicados, ¿no? —comentó Yotsuba mirando su hoja.

—Tienes razón, pero no es que me sienta preocupada —respondió Itsuki.

—¿Verdad?

—Sí, logramos superar el examen final así que no creo que sea la gran cosa.

—Como sea, revisemos los horrores que tienen por respuestas —intervino el tutor.

Luego de un rato de haber checado las respuestas de las chicas, se dio cuenta que realmente eran horrores en vez de errores lo cual lo molestó profundamente.

—¿Qué son estás porquerías? ¿Cómo pudieron bajar su nivel en tan poco tiempo? ¿Es que acaso tienen mierda en el cerebro?

—Tal vez suene como excusa pero he estado trabajando tanto que no he tenido tiempo para estudiar —argumentó Nino.

—Yare yare daze... Como sea, vamos a corregir lo que tengan mal —sentenció Jotaro mucho más calmado mientras se acomodaba su gorra. Sabía que no ganaba nada en perder energías regañando a sus alumnas.

Minutos después, se escuchó el timbre de la puerta sonar por lo que los cinco presentes en el departamento pusieron especial atención en la entrada de su hogar.

—Yo abro. —Itsuki se levantó de su lugar para ir a atender la puerta. Cuando abrió, solo se hizo a un lado algo sorprendida por la visita inesperada.

Un tutor muy serioWhere stories live. Discover now