capitulo 21

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"El alba Regem vendrá y ustedes resurgirán"

Gisell ritchter

Despierto agitada y sudando, mi respiración es inestable, trato de reponerme y tranquilizarme, constantemente eh tenido pesadillas.

Pero lo más raro es que no las recuerdo, solo tengo la sensación que son horribles pesadillas, pero no tengo ni idea de que pasa por mi cabeza a la hora de dormir.

Son las 5:50 de la mañana, y decido que es mejor levantarme ya, llevamos una semana instalados en este departamento y hoy es el primer día en la universidad.

La carrera que elegí seguramente desconcertó a Ray, pero me apoyo mucho, y no lo sé pero siento que es lo correcto.

Doctora.

Estudiaré medicina, ni siquiera yo misma sabía que me llamaba la atención los hospitales, pero resulta que me encanta la idea de estar en uno, claro que de forma diferente a la de un paciente o familiar del paciente.

Me preparo, hago mi rutina diaria: ejercicio, baño de espuma, picar fruta para desayunar y hacer huevos revueltos.

Inconscientemente tocó mi estómago, está más plano que antes, el doctor dijo que baje de peso en el hospital, y que debía comer más o hacer ejercicio, no tengo apetito así que opte por ejercitarme.

—Buenos días Gisil—me saluda Ray con un beso en mi coronilla.

—Buen día.

—¿Lista para un primer día otra vez?

—No. Pero no hay otra opción—llevo un poco de fruta a mi boca.

—Mi edificio no está lejos del tuyo, nos veremos siempre.

—Lo se, es solo que...

—...Desearias que el estuviera aqui—termina la frase por mi.

Y si, justo es lo que pensaba, sabia que mamá no podría estar aquí en este día, pero muchas veces me imaginé a papá, deseandonos suerte, estando a nuestro lado para apoyarnos como siempre, y ahora ...ya no está y su ausencia me maltrata el alma.

—No hay que hablar de tragedias, es un día para empezar —tomo su mano.

—Tienes razón Gisil ¿Te llevas tu carro o te llevo? —levanta un poco las comisuras de sus labios.

Puedo ver a través de el, y veo la tristeza en su mirada, justo como la mía, de alguna manera estamos más conectados que antes, o tal vez sea el hecho de que estamos siendo muy transparentes con nuestras emociones entre nosotros mismos.

—tranquilo llevo el mío.

—bien, voy a vestirme haz lo mismo—señala la ropa deportiva que traigo puesta.

[...]

Ambos bajamos al estacionamiento en busca de nuestros autos para dirigirnos a la que ahora será nuestra universidad.

Raymond como siempre viste casual con vaqueros rasgados negros y camisa floja blanca a rayas negras dejando a la vista una parte del tatuaje de fénix que tiene, y por supuesto su cabello un tanto revuelto pero sus pequeños rizos se ven bien así.

Yo sigo vistiendo de forma sencilla pantalón gris ajustado, botines negros, top azul cielo con tirantes de cadena y una trenza algo suelta desde mi coronilla hasta el final de mi cabello.

susurrándole al oído [+18] Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora