capitulo 41

206 12 10
                                    

"London bridge"

Connor khulmann (conan)

Se han estado viendo, lo sé por qué los mandé a vigilar. El imbécil de Cox la frecuenta y eso hace arder todo mi sistema, quiero matarlo por atreverse a poner las manos dónde no debe, me pertenece. Toda ella me pertenece, se que hice algo que si ella se enterará jamás me lo perdonaría, y es por eso que jamás debe de enterarse, está enojada por qué la abandone, me aseguraré de que ese enfado se le pase.

Pero no lo voy a lograr con Cox interviniendo en mi camino, ese idiota se cree lo más genial del mundo, mato a los hombres que envíe para acabar con su bodega de armas y de paso dejar un mensaje de advertencia.

Estrello mi vaso de whisky contra la pared haciendolo añicos, estoy tan enojado.

Aprieto tan fuerte las manos que los nudillos se vuelven blancos, quiero destruir todo en este instante pero me es imposible cuando la puerta del lugar suena con dos golpesitos suaves que me indican de quién se trata.

—Adelante.

Aylen entra al lugar tan fresca como una mañana, sus ojos brillan y la emoción es palpable en ella.

—¿Que paso?—pregunta refiriéndose al vaso roto—¿Te lastimaste? Déjame revisar esto—toma mi mano.

Mi enojo sigue siendo mayor, pero me controlo solo por qué ella está aquí y no tiene por qué saber lo que está pasando, aún tengo un compromiso con Aylen y no sé si pueda cumplirlo, la llegada de gisell me está complicando la vida más de lo que pensé.

—No es nada, solo un trozo que rebotó contra mi mano al aventarlo.

—Deberías tener más cuidado, se puede infectar—Sopla la herida mientras saca un pañuelo de su bolso y limpia mi herida.

Cuando termina de limpiar la herida va hasta el cuarto de baño y cuando regresa trae un curita en la mano, me la coloca y luego me mira con una sonrisa genuina, me lamento por no poder corresponder de la misma forma sus sentimientos, la única mujer en mi corazón y mente tiene nombre y apellido, pero está vez no me pude echar para atrás con la alianza de la familia de Aylen y la mía. 

Es una alianza que nos fortalecerá.

—Gracias por la consulta médica—bromeo.

—Cuando quieres—me da un beso en la barbilla.

Mi enfado disminuyó pero aún así quiero ir a verla y reclamarle por acercarse a él, la conozco demasiado, es una niña rica que probablemente sea muy madura pero no conoce este mundo, no sabe lo peligroso que es, estoy seguro que si viera a Cox matar a una persona enfrente de ella, es probable que saldría corriendo y no quisiera verlo de nuevo, ella esta acostumbrada a una vida de lujos, comodidades y a dar órdenes.

Aunque por otra parte está esa noche, la noche que la vi por primera vez a lado de esa escoria, la vi tan diferente, su cabello teñido, el brillo y emoción en sus ojos, el ataque en casa de Cox le dejo en claro que no soy quien ella pensaba, pero no la vi asustada o un poco sorprendida podría ser que se ahora le gusten los chicos malos, no lo creo.

—¿En qué tanto piensas?—claro, se me olvidaba que tenía una visita ahora mismo.

—En nada, solo un negocio.

—Bien, quería hablarte de algo—sus mejillas se tiñen de rojo—Hable con mi madre, y he decidido dónde será la boda—sonrie alegre.

La mandíbula se me tensa y de pronto entro en un nerviosismo.

—¿Dónde será?—pregunto con temor al saber que el tiempo se me acaba.

—En una catedral que realmente parece un castillo—juega con un mechón de su cabello—El lugar es muy espacioso y muy al estilo victoriano, lo llenaremos de margaritas o rosas.

susurrándole al oído [+18] Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora