Capítulo 2: Nuevo vecino

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De verdad debía estar muy distraída estos días, ya que en medio del camino hacia la escuela recordé que no había hecho la tarea de física. Mi mente estaba llena de dudas acerca de por qué aquel chico dijo eso, si es que en verdad pasó todo aquello o sólo lo imaginé.

Apenas llegué al salón me dispuse a hacer mi tarea.

-Buenos días, amiga- me saludó Melissa mientras se sentaba en su silla.

-Buenos días- la saludé sin mirarla porque estaba concentrada tratando de hacer la tarea.

- ¿Qué haces? - preguntó acercándose y mirando lo que escribía- ¡No puede ser! ¿No hiciste la tarea? - dijo tan alto que toda la escuela pudo haber oído.

- Shhhh... No, no me dio tiempo de hacerla así que la hago ahora- Le dije poniendo mi dedo en su boca para que no hablara.

-Wow... ¿No tendrás fiebre? ¿Acaso es el fin del mundo hoy? La gran Emily Watson no hizo su tarea a tiempo. Eso sí que es un suceso- Dijo al parecer muy sorprendida por ello. A la vez se veía contenta por ese hecho, tal vez pensó que me estaba influenciando bien.

- Sí, sí, que graciosa - Dije y seguí copiando.

Ella sacó su celular y se puso a escribir... Supongo que un mensaje para el tarado de Patrick. La verdad aunque solo hablaba con él para discutir le agradecía el hecho de que Melissa se viera tan feliz.

- Buenos días, estudiantes- dijo la profesora esa mañana mientras entraba al salón.

-Buenos días - respondieron algunos, ya que otros estaban entretenidos en sus celulares y otros haciendo su tarea... Entre los últimos estaba yo, y no pensé que diría algo así jamás.

- Ya guarden todo y presten atención- dijo y muchos miraron al frente. Yo no lo hice, quería terminar mi tarea lo antes posible.

- Este es Daniel Robbs, un nuevo compañero de clases. - alcancé a oír que dijo la profesora- Fue transferido de otra escuela y nos acompañará este último año.- las chicas comenzaron a murmurar entre ellas pero no entendía lo que decían.

- Mucho gusto. Encantado de conocerlos- dijo y mi corazón dio un vuelco. Recordaba esa voz, clara y concisamente... Había pasado los tres anteriores días recordando sus palabras. Era la voz del chico que conocí en la tienda de libros.

Dejé de escribir y miré al frente. El chico venía dirigiéndose hacia mí, sin embargo me desilusioné un poco al ver que no era aquel chico. Aunque su voz sonó idéntica este chico tenia cabello castaño, ojos claros pero no verdes e intensos como los del otro. Este chico parecía más alto. No era él. Pero entonces ¿por qué mi corazón no dejaba de latir?

El chico se sentó en la silla que estaba al frente de la mía. Las chicas no hacían más que observarlo, y la verdad es que este tipo no estaba nada mal.

...

De nuevo me dirigía a almorzar y tuve la desdicha de encontrarme con Patrick.

- ¿Y tu novio, Emily? - dijo en su otro intento de molestarme. Sin embargo no iba a dejarme.

- Está igual que tu cerebro- le dije mirándolo seriamente.

- ¿Igual que mi cerebro? - dijo frunciendo el entrecejo.

- Sí, ¡al parecer no existe! - le dije soltando una carcajada incrédula y alejándome para sentarme a almorzar.

Esta vez almorzaría sola, ya que los tórtolos almorzarían juntos.

- ¿Qué tal?- Escuché una voz masculina. Al levantar la vista me di cuenta de que se trataba del chico nuevo. Estaba sentándose justo al lado mío.

Enamorada de cupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora