Enamorada de cupido

Capítulo 17: No siempre es como esperamos

Después de lo que sucedió aquella noche, me preguntaba cómo mirar a Daniel a los ojos.
No podía pensar en nada más que eso. Incluso ese pensamiento solo era interrumpido las pocas veces que recordaba a Patrick y a Melissa. Tanto llenaba mis pensamientos, que en mi mente solo figuran la imagen de Daniel y la expresión tan extraña que este había puesto. Como si eso le preocupara o lo perturbara en gran manera. Tal vez sí era de esa manera, tal vez me había pasado al hacer algo como eso. Daniel lo había hecho también, pero solo para concretar el plan que él mismo había creado. Pero yo no tenía motivos para hacerlo, nada aparte de querer consolarlo.
Quizás dirán que no es nada del otro mundo, que lo que pasó fue de lo más normal. Pero para mí no lo fue, en ese momento pude darme cuenta de que estaba sintiendo algo por Daniel. Algo que no se me estaba permitido sentir. Él no lo había dicho, pero yo lo sabía. Sabía desde el principio que no debía fijarme en él.

Ahora... sé que debo dejar atrás estos sentimientos antes de que se vuelvan más fuertes. Sé muchas cosas de él, pero desconozco muchas otras más. Debo ocultarlos, él no debe enterarse. Por ningún motivo. Debo ayudarlo lo más pronto posible. Ayudarlo para que así él logre lo que quiere y nuestra misión juntos termine. Después de eso ya no estaré más cerca de él. Después de que todo esto termine... Lo olvidaré. Sólo debo soportar un poco más... sólo un poco más.

Me dirigí a la escuela. Propuesta a actuar de lo más normal. Al pasar por su casa, me detuve a esperar a que saliera, pero como no lo hizo y como de costumbre yo iba tarde, me tocó seguir. Imaginaba que de seguro él ya se había dirigido a la escuela. O en su defecto lo haría después.

Llegué a la escuela, pero no lo vi. En toda la mañana no se presentó. Eso fue ligeramente un alivio ya que aún estaba preguntándome cómo comportarme con él después de lo que pasó y cómo se comportaría él. Eso último también llenaba mi cabeza. ¿Se portaría él de la misma manera? ¿O cambiaría en algo su comportamiento? Ambas opciones me preocupaban.
Melissa tampoco asistió ese día a clases y a Patrick no me lo encontré por ningún lado, por lo tanto fue un día de lo más calmado. Lo que imaginé sería un desastre, no había resultado así; por fortuna.

-Emily- me dijo la profesora antes de que saliera del salón. Las clases habían terminado- ¿puedes acercarte un momento?

-Claro, profesora- me acerqué a su escritorio- ¿qué necesita?

-¿Puedes entregarle este taller al señor Robbs?- dijo ofreciéndome un paquete de hojas- Ya sabes que deben entregarlo resuelto para mañana.

-Sí... - asentí- pero, ¿por qué debo entregárselo yo?... el líder del salón...- Traté de sacar cualquier excusa. Cualquiera que me librara de verlo ese día. Mi perfecto día normal no podía verse arruinado por un taller de clase.

-Tiene otras actividades hoy, así que no puede...- dijo ella sonando bastante calmada, pero en ese momento pensé que al líder de clases le delegan muchas actividades extracurriculares. Los presidentes de las clases siempre se veían bastante agotados por el arduo trabajo. Por esa razón yo nunca me había postulado para ser uno, aunque me lo hubieran pedido la mayoría de veces- además vi el historial de ambos y viven muy cerca. Así que no será problema para ti entregárselo, ¿verdad?- me sonrió tiernamente. Yo solo pensaba en lo malvado que resultaba ese estúpido historial. Ese historial había arruinado mi perfecto día normal. ¡Púdrete historial! Aunque debo decir que mi historial es bastante bueno... A todas estas... ¿Por qué rayos hablo tanto del historial?

-No... Ningún problema... - cedí dándome cuenta de que no había más opción. En adelante rogué porque Daniel no se encontrara en casa - Lo haré.

-Muchas gracias.- Dijo con una energía envidiable.

-De nada.- Dije sin energías. Todas se habían agotado al pensar que posiblemente tendría que ver a Daniel a la cara- Nos vemos mañana, maestra.