Capítulo 31: Jugando y ganando

1.1K 101 10
                                    

Exactamente como Daniel había predicho, días después de estar en casa llegaron los oficiales de policía a investigar más acerca de lo que había ocurrido. Yo les conté todo lo que sabía, excepto lo que Daniel me había dicho acerca de Melissa ya que a pesar de todo yo aún las veía como simples sospechas y no diría nada de eso hasta que hablara con Melissa y ella me aclarara todo.

Estuve más tiempo en casa ya que esta vez la lesión en el pie fue mucho más grave. Realmente no me gustaba faltar a clases pero estando así no tenía oportunidad.

Gabriela había venido un par de veces a visitarme, ya que por mensajes le conté lo que había sucedido. A ella tampoco le había mencionado lo relacionado con Melissa. Le había hablado muy bien de ella ya que hasta ahora... había considerado a Melissa una gran amiga.

Licy también había venido a visitarme, y constantemente le preguntaba a Daniel por mí. Él me lo decía cada vez que venía, que de hecho era prácticamente todos los días.

-Hoy también he visto a Melissa... y como de costumbre parece de lo más normal. Es más, diría que de hecho parece más feliz- dijo Daniel aquella tarde cuando vino a verme.

-Bueno... supongo que aún no sabe que sospechamos de ella- respondí algo triste.

-Sí... la verdad es que me he aguantado las ganas de decirle un par de cosas, pero supongo que eso te concierne solo a ti.-me miró.

-Bueno, gracias por eso. Porque la verdad es que si quiero ser yo quien le pregunte acerca de eso.

-Así es. La verdad estoy esperando que suceda, a veces no soporto verla tan tranquila y feliz sabiendo que por culpa de ella estás así.- dijo y algo en su tono denotaba resentimiento.

-Lo sé. Pero ya el doctor dijo que a partir del lunes podría regresar de nuevo a clases- sonreí.

-Eso es grandioso- respondió sonriendo también.- ¡Ah!... mira- dijo volteándose para sacar algo de su mochila.

-¿Qué cosa?- pregunté.

-Debes resolver esto- dijo entregándome algunos papeles, de inmediato entendí que se trataba de talleres escolares- hay exámenes la próxima semana.

-¿Qué? – pregunté sorprendida mirando las hojas- pero todos estos temas... no recuerdo haberlos visto.

-Bueno... son temas que dieron mientras tú estabas aquí. Así que es obvio que no los hayas visto. Supongo que se revierten los papeles.

-¿A qué te refieres?- pregunté dejando de mirar las hojas para mirarlo a él.

-Que se supone que debo explicarte estos temas y ayudarte a estudiar. Qué ironía ¿no?

-No te imaginas cuánto.- respondí recordando aquella vez que me había tocado ayudarlo para el examen trimestral. Había sucedido hace un tiempo ya y al recordar eso muchas cosas venían a mi mente, algunas me hacían sentir feliz y otras me hacían enojar, como cuando me ganó en ese examen final y ocupó el primer puesto en lugar de mí.

-Bueno... puedo explicarte algo ahora.- dijo luego de un rato en el que solo había silencio ya que yo observaba los problemas a resolver.

-Sí. Está bien.- respondí sintiéndome con energías para hacerlo.

-Bien... empecemos con este que es realmente difícil... si tengo tres manzanas, y me como dos ¿cuantas manzanas me quedan?- preguntó serio.

-¿Es en serio?- dije frunciendo el ceño.

-Sí... sé que es realmente difícil para ti pero por favor haz un esfuerzo. Por otro lado, no me gustan mucho las manzanas. ¿Por qué siempre las ponen en problemas matemáticos? ¿Qué tiene que ver eso?

Enamorada de cupidoWhere stories live. Discover now