Capítulo 50: Extrañándote

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Durante las siguientes semanas, Daniel no se presentó a la escuela. No podía evitar preocuparme pero aquello era lo mejor. Me había dado tiempo para aclarar mi mente y darme cuenta de muchas cosas. Lyan había ido un par de veces a visitarme en casa pero yo no lo atendía, esas veces lo había recibido mi mamá quien hablaba encantada con él. Después de todo ella lo apreciaba mucho también. En una de esas ocasiones le dejó a mi mamá su número telefónico y ella me lo dio.

Cuando pasaba por casa de Daniel, estuve tentada a acercarme... tocar el timbre y verlo. Pero me arrepentía y no lo hacía. Aún estaba un poco resentida y aunque me hiciera falta no sabía que iba a decirle. No sabía cómo iba a mirarlo. Pensé que después de eso él me buscaría pero no lo hizo. Imaginé que se sentía muy culpable para buscarme, para hablarme. Aun así, todos esos días, yo no había podido evitar extrañarlo. Incluso muchas noches lloraba de lo mucho que me hacía falta.

Después de varios días decidí comunicarme con Lyan. Él tenía que saber lo que realmente pasó aquella vez.

Lo llamé y le dije que necesitaba hablar con él y muy cortésmente respondió que iría encantado. Me dijo que nos viéramos en un restaurante que quedaba cercano a la universidad donde estudiaba, ya que en ese momento se encontraba en clases.

-Me sorprendió mucho que me llamaras- dijo Lyan sonriendo- pensé que nunca lo harías.

-Tan exagerado como siempre- respondí. Él sonrió.

-¿Y qué es eso que tienes que decirme?- preguntó

-Es con respecto a lo que pasó aquella vez. - expliqué.

-Emily...- me miró con ternura- si eso te incomoda, no tenemos que hablar de ello.- puso su mano encima de la mía.

-No negaré que me incomoda un poco- lo miré seriamente- pero me parece importante que sepas lo que realmente sucedió.

-Está bien.- quitó su mano de la mía y se acomodó para escucharme atentamente- Ya que insistes. Te escucho.

-Sé que te puede sonar muy raro pero en ese entonces tú si me gustabas...- decidí empezar por ahí ya que me parecía importante que él lo supiera. Que supiera que en aquel entonces sus sentimientos eran correspondidos.

-¿Qué?- él pareció sorprenderse pero solo un poco, no tanto como yo esperaba que lo hiciera-Pero la carta...

-Eso fue una total confusión. La carta que tú recibiste no era la que yo había escrito. Yo no te hubiera respondido jamás una cosa así.- En ese momento pensaba que explicarle todo lo que había sucedido sin hablarle de Daniel resultaría bastante difícil. Obviamente no podía decirle que cupido había intervenido en todo eso. Primero porque aquella información sobre Daniel no podía ser revelada y por otro lado porque dudaba que me creyera.

-Lo sé.

-Sé que es extraño pero...- hasta ese momento me di cuenta de lo que había dicho. De verdad me sorprendió muchísimo- ¿qué? ¿Lo sabes?

-Creo que siempre lo supe, Emily. No te negaré que me sorprendió mucho pero tú no te expresarías jamás de esa manera. Éramos amigos, te conocía perfectamente...

-Pero tú... ¿te entristeciste, no? - Dije recordando que eso me había dicho Daniel, que Lyan había sufrido mucho por causa de esa carta-¿No fue porque creías lo que decía la carta?

-No. - En su rostro se perfiló una ligera nostalgia, me miraba con tristeza en sus ojos- en realidad me entristeció el hecho de que ya no quisieras verme. De que no atendieras a mis llamadas y de que me ignoraras todo el tiempo.

-Lo siento. - De verdad me sentía culpable por eso. Yo, al igual que él, había sufrido sin embargo él desconocía esa parte también- Pero eso también tiene explicación. Yo sí te envié una carta, pero esa nunca te llegó.

Enamorada de cupidoWhere stories live. Discover now