CAPÍTULO 89

603 85 36
                                    

HORAS ANTES DEL ARRESTO

Taehyung no podía creer lo que le estaban diciendo, estaba desesperado, quería salir, quería ir con su novio, quería cuidarlo y refugiarlo para siempre, era una persona tan hermosa que no podían ni siquiera tocarlo con el pétalo de una rosa. Sabía que no había sido buena idea dejarlo ir, no cuando aún no había acabado con Min y Park.

- ¡MIERDA! ¡SÁCAME DE AQUÍ, QUIERO MATAR A ESE MALDITO! - Alzó la voz con total desespero mientras caminaba de un lado a otro.

Sentía su sangre hervir, incluso su fuerza había aumentado y lo hacía ver mientras intentaba abrir la puerta de metal pero era imposible. Jisoo quién era la que había ido a darle la noticia estaba en su lugar observando cada uno de los movimientos de Taehyung.

- Cálmate o sino te llevarán a una celda en aislamiento.

- Me importa un carajo, Jisoo. ¿Entiendes que mi novio está ahí afuera indefenso? - sus ojos estaban completamente rojos y muy llorosos - Tú conoces a Jungkook... él no merece eso, se lo prometí, le dije que lo iba a cuidar - limpió con fuerza las lágrimas sobre sus mejillas para luego sentarse en aquella cama y tapar su rostro. - Malditos hijos de perra, les pagué para que lo cuidaran hasta que yo lo dijera - masculló viendo el suelo - ¿Dónde está él?...

- Ahora mismo están en la delegación con su padre, están haciéndole exámenes a la ropa que llevaba y por lo visto... dio positivo a que era del primo de Jimin.

- Maldita sea... debo hacerlo pagar.

- No, ¿sabes lo que pagamos para que sólo te dieran 5 años? Te van a dar más si-

- ¡Me importa una mierda si estoy aquí hasta mi muerte, Jisoo! - se levantó nuevamente suspirando y mordiendo una de sus uñas - juré destruir a todo aquel que llegara a tocarlo.

- Señorita Kim, el tiempo terminó - avisó uno de los guardias.

La bella mujer se levantó arreglando su ropa para luego buscar algo entre su bolso. Taehyung mantenía su vista en el suelo mientras pensaba en su novio, daría lo que fuera sólo para estar con él en estos momentos.

Su atención fue llamada al ver aquél cuchillo frente a él. Levantó la mirada hasta la chica quién con una sonrisa lo dejó en sus manos.

- Lo traerán aquí, y dudo que no intentes matarlo al verlo pues, según los registros, se parece demasiado a Jimin. - observó cómo el hombre tomaba el cuchillo - Se le encontraron más delitos de hace unos años atrás, al parecer... abusó de chicos mucho menores que Jungkook, e incluso logró embarazar a unas cuantas chicas y las hizo abortar de una forma insegura. Es un asco de tipo. - suspiró - en fin, debo irme. Haz que sufra lo más que puedas, Dragón - sonrió cínicamente para luego salir de la celda y por ende, de la prisión.

MIÉRCOLES. 6:50 P.M

Taehyung se encontraba aún en su celda cuando comenzó a escuchar a los demás diciendo muchas cosas. La curiosidad le ganó por lo que se levantó para así ver por aquella pequeña ventana en la puerta, quién era el nuevo, al verlo, sólo sonrió. No iba a dejar que estuviera cómo si nada después de haberle hecho aquello a su novio.

Ya lo tenía planeado. Muchas veces en las cárceles, los mismos presos se encargaban de darle un poco de lo que hicieron a los nuevos, y ya saben qué hacen con los violadores, ¿no es así?

Lo haría arrepentirse una y otra vez hasta que dijera su último lamento. Sabía que no iba a pasarle nada pues en aquella cárcel, ahora todos hacían lo que él ordenaba, nuevamente había tomado su apodo, el dragón inmortal iba a demostrar qué era lo que se les hacía a los que abusaban de su novio, los haría pagar con su sangre.

____

Las horas pasaban y cada vez estaba más impaciente pero quería mostrar lo elegante que era antes de asesinar a alguien. Después de todo era reconocido por eso, hacerlo de una forma terroficamente elegante.

Los días seguían pasando y sólo podía verlo a lo lejos, las ganas de querer ver su sangre derramada cada vez era más una obsesión, quería verlos agonizar y que le pidieran piedad por su miserable vida. Iba a acabar con todos, uno a uno, de las formas más grotescas que pudiera pensar. Siempre había sido así después de todo, mataba de una forma inhumana que para muchos era mejor no meterse con él.

Jumin estando ahí sólo estaba muy preocupado por lo que fuese a pasar, sabía que ahí estaba Taehyung y según lo que le había dicho Jimin, era mejor alejarse de él. El terror de que este estuviera sólo con él, era inmenso. No entendía cómo lo habían llevado tan rápido a aquel lugar. Lo que no sabía es que Jisoo estaba metida en todo esto también, y fue ella quien con dinero convenció al gobierno para que éste ni siquiera tuviera un juicio, además de que ningún abogado quería defender a un puto pedófilo violador de mierda. Incluso las cucarachas valían más que aquellos sujetos.

Pasando ya a la noche, Jumin se preparaba para ir a tomar un baño. Se le hacía raro que no hubieran policías cerca ya que siempre se mantenían cuidando lo cual lo hizo sospechar un poco.

Sintió su corazón detenerse al verlo ahí, recostado en la pared mientras lo observaba, de nuevo tan intimidante cómo antes. Sus nervios comenzaron a crecer junto con su miedo al ver a seis tipos bloqueando la salida, además de los otros seis que habían dentro.

- Vaya, finalmente puedo verte - habló Kim soltando el humo de su cigarrillo. - Por tu expresión deduzco que ya me conoces, ¿no?

- Y-yo

- Cállate. No te di la orden de hablar - habló tosco. - Vas a lamentar lo que le hiciste a mi novio, lo recuerdas muy bien, ¿no es así? - Se acercó lentamente a este quién quería retroceder pero los demás se lo impidieron. - Maldito hijo de perra - masculló para luego soltar un fuerte puñetazo en el rostro de este dejándolo en el suelo al instante. - Me das asco con tan sólo verte.

- P-por favor, Taehyung, yo-

- No me llames por mi nombre, no tienes el derecho, imbécil - interrumpió dando otro golpe que hizo escupir sangre al adverso - Te enseñaré que no debes tentar al diablo. - tiró el cigarrillo sobre Jumin quién rápidamente intentó quitárselo pero aún así tuvo una pequeña quemadura.

- No, por favor, ¡NO! - pidió al ver la señal de Kim.

- Bienvenido al infierno, idiota - rió.

Era su fin.

Sindrome de Estocolmo| Taekook ᵈᵃᵈᵈʸ ᵏⁱⁿᵏ +21 [Corrigiendo En Hiatus]Onde histórias criam vida. Descubra agora