Sindrome de Estocolmo| Taekook ᵈᵃᵈᵈʸ ᵏⁱⁿᵏ +21 [Corrigiendo En Hiatus]

CAPITULO 4.

El menor salió de aquel baño y fue llevado hasta la habitación anterior. Aquellas chicas cerraron de nuevo por lo que él se quedó observando la ropa en aquella cama, ¿en serio harían que él se pusiera eso?

Comenzó a buscar la ropa que tenía antes, prefería estar con eso a ponerse la ropa de chica pero cuando notó que no estaba solamente suspiró y se sentó en la orilla de aquella cama.

Se quedó unos momentos ahí hasta que levantó la mirada hasta el espejo de un armario, lograba verse por lo que se asustó al ver aquellos moretones y su piel más pálida que nunca.

Nuevamente comenzaba a pensar en que de seguro ya nunca volvería a ver a sus padres, ya nunca... volvería a sentir libertad. Quería morirse.

Al cabo de un rato finalmente terminó de ponerse aquella ropa, pensaba que se veía ridículo a pesar de que se le veía bastante bien ya que su cuerpo era muy delgado.

— ¿Cómo le puede gustar esto...? —susurró mientras caminaba hasta aquel espejo viéndose detenidamente.

___

Siendo ya las 5 de la tarde el menor estaba dormido, las sábanas en aquella cama eran más cómodas e incluso... se sentía seguro pero no fue así hasta que sintió unas caricias en su mejilla.

Al ver a Kim frente a él se asustó sintiendo aquel temblor en sus manos y piernas de nuevo. Al instante tomó las sábanas y se cubrió la mitad del cuerpo pues aquella mirada le disgustaba mucho.

— Sabía que te verías hermoso así, solo debemos curar esas heridas y estarás más lindo que nunca. —Se quedó observando el cuerpo del pequeño detenidamente mientras mordida su labio inferior.

El castaño al ver que aquel sujeto comenzaba a quitarse la chaqueta comenzó a sentir como su corazón latía rápidamente. De nuevo... ¿lo tocaría? No quería eso por lo que comenzó a pedirle a Kim que no lo tocara, le pedía piedad pero éste solamente logró obtener una bofetada.

— Ya te dije quién es el que manda aquí. —Dijo el mayor de forma muy tosca—. ¿Quieres que te castigue de nuevo?

Jungkook comenzó a llorar sintiendo cómo aquel tipo tocaba su cuerpo, tenía miedo, mucho miedo, pero sabía que si se resistía todo sería mucho peor.

Cada uno de los besos que repartía por su cuerpo eran tan... asquerosos, pero, de alguna manera, aunque no quisiera aceptarlo... Le gustaba. Sabía que era una reacción normal pero, odiaba que le gustara, no obstante, dolía.

Luego de aquello no durmió hasta la mañana siguiente, sentía un dolor horrible en su interior que pensaba que incluso iba a morir pero ya no quería recibir más golpes. En el caso de Taehyung esto le encantaba, le gustaba ver lo sumiso que era el castaño y ¿cómo no? Estaba amenazado después de todo.

Y así fue durante muchos días, cada noche había sido tocado aunque después de aquello Taehyung no había vuelto a tener relaciones con él. Algo en su interior se molestaba al verlo llorar y gritar de dolor cuando sucedía aquello.

Al inicio le gustaba, se sentía poderoso pero ahora solo sentía coraje por no darle el mismo placer y era absurdo, nunca había pasado eso con otras personas. No le importaba ni la más mínima lágrima cuando tenía sexo con alguien más pero con Jeon no era así.

Este se asustó al ver cómo cada vez iba adelgazando más y más, nunca probaba la comida y si lo hacía era a la fuerza. Quería... quería protegerlo ahora, o quizás sólo tener el completo control de tener en buen estado a la persona que le gustaba.

— Jefe —Llamó Min logrando tener la atención de Taehyung segundos después—. ¿Se encuentra bien? Los últimos días ha estado muy extraño. —agregó.