CAPÍTULO 122

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Con el pasar de los días Hoseok iba mejorando de nuevo, la sensación de soledad había desaparecido casi por completo y podía sentir una calidez cada vez que estaba junto con SeokJin, por fin tenía lo que pedía, apoyo, aunque siempre lo había tenido pero esta vez dejó de ver lo malo y se concentró en lo bueno, su cuerpo iba sanando, su mente estaba sanando y... su corazón estaba sanando. Le entristecía no poder salir y vivir su vida cómo debería aunque esto le daba miedo, temía volver a tener una recaída y hacer que todo aquel tiempo fuera una pérdida de tiempo. Pero estaba dispuesto a luchar por su bienestar y por el de SeokJin.

Por otro lado la relación de Taehyung y Jungkook en ciertos puntos había mejorado. Luego de aquella horrible madrugada el alcohol desapareció de la vida del mayor, no obstante, su adicción por los cigarrillos había incrementado, algo que preocupaba demasiado a su pareja, era desesperante verlo tan ansioso, hablando con ciertas personas y preparando todo para detener a Park y Min, estaba tan metido en eso que incluso sus momentos de pasión habían disminuido, algo... raro en ellos dos.

Kim no dejaba que Jungkook saliera sólo, tenía el temor de que nuevamente aquellos dos se lo llevaran, quería protegerlo y sabía que estaba siendo demasiado estricto pero... cuando la vida de aquellos dos llegara a su fin, sólo ahí podría estar tranquilo en que su prometido pudiera salir y disfrutar cómo antes. No quería perderlo y no le importaba si éste se enojara pero prefería eso a tener la noticia de que estaba siendo dañado de nuevo.

~

El azabache observaba al mayor fumando y hablando por teléfono en aquel balcón, llevaba así días, incluso semanas, ¿era tan difícil todo ahora?, creía que sí, siempre le estaba dando problemas y eso lo hacía sentir tan triste, pensaba que era débil después de todo, aún siendo ya un hombre, seguía siendo débil.

Comenzó a toser por el humo que entraba por lo que llamó la atención de su novio haciendo que este apagara el cigarrillo al instante. Hizo un pequeño mohín para luego extender su mano hasta el azabache quién no dudó ni un segundo en ir hasta él y abrazarlo. Podía sentir el olor a tabaco y menta pero no le importaba, sólo quería estar a su lado y que este le brindara atención.

- ¿Qué pasa, bebé? - musitó el castaño acariciando el cabello del menor.

- Ya no tienes tiempo para mi... - musitó.

- Lo siento, tú sabes que-

- Lo sé... - interrumpió - pero quiero la vida de antes, cuando salíamos y podíamos disfrutar de todo. - balbuceó mientras observaba la ciudad - tampoco... me has... - sintió sus mejillas comenzar a calentarse por lo que se quedó en silencio.

El mayor suspiró y sólo lo abrazó un poco más, tenía razón, ya no le prestaba tanta atención a su relación por estar detrás de esos dos imbéciles. Tomó con delicadeza el mentón del adverso logrando hacer contacto visual y sonrió sin mostrar sus dientes, poco a poco fue acercándose hasta poder besar a su chico. También extrañaba todo aquello, y quería hacerlo pero últimamente las cosas en Daegu no iban tan bien, la mercancía no había llegado a su destino, el dinero ya no era el mismo y sus hombres ya no estaban tan alerta cómo antes. Necesitaba disciplina y debía ir hasta allá pero no quería dejar a su pequeño y mucho menos llevarlo con él exponiéndolo a cualquier atentado.

Ambos se separaron del beso, Jungkook podía sentir el sabor al tabaco en su boca aunque fuera dañino, era atractivo en ciertos aspectos. Sintió la mano del castaño que llevaba un mechón de su cabello hasta dejarlo detrás de su oreja suavemente.

- ¿Podemos salir esta noche? Son las 6, tenemos tiempo - musitó temiendo que fuese rechazado.

- ¿Eso quiere mi pequeño conejito?

- No me digas así, ya estoy grande - se quejó haciendo un puchero el cual hizo reír al adverso. - Pero... si, eso quiero, hyung

El susodicho observó su teléfono una última vez para luego volver la mirada hasta su novio quién seguía esperando respuesta. Sonrió y lo tomó por la cintura acercándose un poco más hasta que sus respiraciones chocaban.

- Bien, saldremos, ¿quieres ir al cine? O quizás... ¿comprar ropa? ¿Cómics? ¿Comer? ¿Qué quiere mi bebé? - musitó mientras lo observaba fijamente, una mirada que había intimidado pero de una mala forma, notó las mejillas rojas de este y sólo rió al sentir la mano adversa tapar sus ojos.

- No me veas así...

- ¿Así cómo?

- ¡Hyung!

- Ya, ya, pero entonces dime, ¿qué quieres hacer?

- ¿Todo...? - preguntó tímido.

- Bien, todo será, así que... - observó el reloj en su mano - señorito, tiene hasta las 7:15 para arreglarse.

- ¿Quieres tomar un baño conmigo? - preguntó coqueto.

- Será todo un gusto, Kim Jungkook - musitó el castaño haciendo sonreír tan grande al menor quién sólo se abalanzó para poder besarlo.

El mayor lo tomó de los muslos para luego levantarlo y así llevarlo hasta el cuarto de baño dónde ambos comenzaron a despojar la ropa del adverso. Jungkook podía sentirse tan feliz y Taehyung no era la excepción, necesitaba más momentos así de nuevo y trataría de crearlos lo más que pudiera.

Al ver el cuerpo completamente desnudo del menor sintió que algo más había despertado por lo que mordió su labio inferior dando una mirada lasciva al castaño, de pies a cabeza.

- Creo que mejor nos irémos a las 8 - rió levemente para así atraer al menor hasta él y besarse mientras que su mano se deslizaba suavemente por la cintura del azabache hasta sus glúteos.

El agua tibia caía en ambos chicos mientras que estos poco a poco iban calentándose más.

- Lo que usted diga, señor Kim...

Sindrome de Estocolmo| Taekook ᵈᵃᵈᵈʸ ᵏⁱⁿᵏ +21 [Corrigiendo En Hiatus]Where stories live. Discover now