48 ❥ sparkles

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SPARKLES
[brillitos]

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Cerró rápidamente la puerta detrás suyo, sin querer que más del fuerte aire del pasillo entrara a su cálido apartamento. Podía sentir el frío colarse por cada extremidad de su cuerpo sin importar que tan fuerte estuviera sujetando el abrigo que lo cubría.

Soltó un suspiro cuando, luego de unos minutos, finalmente pudo sentir el calor del lugar embargar su frío cuerpo, dejando que pudiera retirarse el abrigo (de Luke) de su cuerpo y colgarlo en el perchero al lado de la entrada. Sus manos se encontraban sobándose la una con la otra, aun sintiéndose algo frías, mientras sus ojos recorrían el lugar detenidamente.

Luke casi siempre solía encontrarse en la sala cuando volvía de terapia, pero ahora mismo solo quedaba el rastro de sus lentes de lectura en la mesa de centro, acompañado de uno de sus libros con un separador entre las páginas.

Al no escuchar ruido de la cocina fue hacia el pasillo, hasta que se asomó por la puerta de su habitación y encontró a su novio sentando en medio de su cama con un montón de productos de maquillaje regados alrededor suyo.

Sonrió sin poder evitarlo, amando cómo, desde hacia una semanas, esta habitación dejó de ser solo suya y poco a poco se fue convirtiendo de ambos. Como Luke empezó a sentirse cómodo con pasar tiempo aquí, dejando casi por completo la habitación de invitados, tomando algunas veces algunas de sus amplias camisetas para estar dentro del apartamento (como ahora) y poniendo productos de maquillaje en su mesa noche y otros productos para el cuidado de su piel.

Él había traído esta pequeña luz de noche que solía tener en su habitación y siempre la prendía antes de ir a dormir, convirtiéndolo en alguna clase de rutina; dormir juntos, despertar juntos, pasar el resto del día juntos aquí; con algunas veces, Luke maquillándose, mientras en su caso jugaba videojuegos, y otras tomando largas siestas abrazados.

Eran tan hogareño, que casi lo hacía olvidar cómo era todo antes que él estuviera presente, y lo hacía sentirse algo egoísta querer que su tratamiento nunca acabase y que Luke se tuviera que quedar aquí, para siempre.

Quizá, eso evitaría que tuviera que irse cuando se diera cuenta que no era lo que buscaba.

Apartó el pensamiento cuando entró a la habitación, haciendo que su novio levantara la vista del pequeño espejo con luz que tenía en su delante para darle una leve sonrisa. Sus ojos no tardaron en recorrer su rostro en el momento que estuvo al borde de la cama, notando cada detalle que había aplicado.

Había brillo rosado sobre sus parpados, que caía finamente sobre sus castañas pestañas y en la parte inferior de sus ojos. Sus mejillas se encontraban más rosadas y vivas de lo que recordaba, sin contar con lo acentuados que se veían sus pómulos bajos una capa prolija de lo que suponía que era base. Y, finalmente, estaban sus labios, con esa adictiva capa de brillantina que amaba retirar con los suyos y casi siempre tenían un nuevo sabor frutal que lo hacía volverse loco.

Luke era hermoso, con o sin maquillaje, era la criatura más hermosa que pudo cruzarse por su camino. Y, por alguna razón, que aún no comprendía, era suyo. Era la única persona que podía tenerlo.

—Hey, ¿te gusta? —preguntó él, apartando los productos de maquillaje y el espejo de la cama para ponerlos en la mesa de noche de su lado. Quiso reír de lo tonta que era la pregunta.

—¿Estás bromeando? —dijo, subiendo a la cama para acercarse hacia su novio —. Te ves más hermoso de lo que recordaba —respondió, notando una sonrisa formarse en los rosados labios con brillantina.

Broken Pieces ❥ mukeWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu