Capitulo 26

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Era miércoles y Grace por fin volvió a la escuela.

Bueno, al menos de forma física, porque Louis no reconocía la manera en la que su mejor amiga estaba actuando.

- ¿Estas segura que esta todo bien?- Preguntó Louis mordiendo una rebanada de pan francés para desayunar.

A Grace le tomó un tiempo responder.

- Perfectamente, solo fue un resfriado.- Contestó automáticamente con una sonrisa que no le llegó a los ojos.

No estaba es ese brillo grisáceo como los espejos, gélido y frío que de alguna manera te hacía sentir cálido. Tan de Grace.

- Esta bien, te amo.- Murmuró derrotado, sabía lo terca que podía llegar a ser.

La rubia asintió y siguió comiendo su manzana verde.

Estaban en el jardín que usaban para la materia de Ciencias Naturales, donde salían y estudiaban la vida de las plantas y animales.

Pequeñas mariposas azules y amarillas revoloteaban por el techo de cristal.

Eran hermosas y libres. Parecían irreales y tan contentas de que dos extraños estuvieran pasando tiempo con ellas.

Grace dejo escapar una traicionera lágrima cuando una mariposa celeste se paró en la punta de su nariz. Con tanta delicadeza y temor de lastimarla.

Era como si le estuviese pidiendo perdón.

...

Richard tenía la puerta de los asientos de atrás abierta, esperando a que el niño saliera de clases.

A los dos minutos de escuchar la campaña sonar, Louis se subió corriendo a la Mercedes-Benz y le dio un pequeño agradecimiento al chófer.

Los caminos con Richard solían ser silenciosos y tranquilos, solía tomarse su tiempo al conducir y aveces olvidabas que estabas en un auto. Era muy pacífico; no solía hablar o poner música.

- He dejado a sus padres en el aeropuerto esta mañana.- Soltó el mayor.

- ¿Huh?- Dijo Louis levantando la vista de su celular.

- Tuvieron que salir de emergencia de la ciudad y han dejado a sus hermanas en casa de su tía Catalina (la prima de Mark Tomlinson).

Louis dejo escapar una pequeña sonrisa.

- Bien, muchas gracias Richard.

- Por supuesto joven Louis.

Y en el silencio del automóvil el ojiazul hizo una lista mental de que pediría en la cocina especialmente para su noche solo.

...

Salió de la gran bañera que estaba en el cuarto de sus padres y dejó pequeñas gotas de agua en el camino a su gran habitación.

Se quitó la bata celeste. Como ya era costumbre. Y tomó una fresa del tazón blanco que el chef había preparado para el (junto con miles de aperitivos más, que Louis probablemente no comería).

Hoy se sentía rebelde y quisquilloso así que tomó unas bragas de encaje negro. Se las colocó y sonrió frente al espejo completo.

Justo arriba de los huesos de sus caderas tenía un pequeño moño negro. ¡Tan el! Bueno, eso le gustaba pensar.

Una vez que termino de ponerse aquellas bragas y los cortos calcetines blancos con corazones rojos, se sentía listo para bailar. Con sus pequeños dedos de las manos revoloteando delicadamente, digno de cualquier bailarín de ballet, tenía las mejillas sonrojadas y gotas de agua escapando de su cabello.

Rockwell Where stories live. Discover now