Capitulo 27

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Harry estaba pensando en gatitos bebés y nubes en forma de dinosaurio para no llorar.

Con sus dedos pesados, gracias a los anillos, intentaba acomodarse el viejo par de jeans negros y la deportiva jersey verde de fútbol americano.

Se quería hacer diminuto.

Y es que el cuarto de su querubín era gigantesco, con el papel tapiz blanco y pequeñas flores rosas y verde pastel. Pinturas barrocas con marcos dorados en las paredes.
Olía a talco y tabaco. Los costosos muebles blancos de madera francesa estaban impecables y la cama, en la que al menos seis personas podían dormir sin problema, se veía muy cómoda.

El techo parecía llegar al cielo, era estúpidamente alto y si prestabas mucha atención, podías ver los pequeños detalles dorados pintados a mano. Los ventanales eran gigantes, como muy gigantes, con cortinas transparentes rosadas.

Y también estaba Louis, con los ojos azules brillando más que las estrellas y los labios de cupido rosados, con su pequeño short de pijama y su gigantesca hoodie.

Jugaba con su cabello, que parecían miles de plumas despeinadas, mordiéndose el labio y moviendo sus ojitos con nerviosismo, esperando alguna reacción del mayor.

- ¿Y bien?- Preguntó en un hilo de voz.

¡¿Y bien?!

¡Nada estaba bien!

Harry tenía los ojos aguados porque estaba en un maldito castillo con sus viejas botas cafés desgastadas, los horribles jeans que no le daban buena forma a sus piernas y la estúpida jersey, que si te fijabas con mucha atención (como hacia el antes de salir) podías ver su estómago hinchado.

- Es hermosa, parece tener tu nombre pintado en cada esquina.

Louis sonrió, ahora tranquilo, y se acercó a la cama indicándole al rizado que lo acompañara.

- Harry deja de ser tan tímido por Dios, ese es mi papel.- Dijo Louis jalando las manos del rizado para que estuviera arriba de el.

- Solo necesito hacer pipí, en serio lo estoy reteniendo desde hace un buen tiempo.- Dijo con la voz aguda.

Louis soltó una pequeña risa y apuntó con su dedo índice la puerta blanca que daba a su propio baño.

Tal vez Harry pudo haber apreciado el gran tamaño de este, la gran bañera blanca y el que la toalla para secarse las manos era verde (Hace tres meses Louis que pidió el cambio a ese específico tono de verde).

Pero no lo hizo.

...

Club queen on the downtown scene.

Las grandes manos con anillos apretaban los glúteos del menor, roblándole suspiros y pequeños quejidos.

Prowling around at night.

Tenían media hora besándose, perezosamente, con la misma intensidad que siempre.

You're not mean, you just want to been scene.

Se separaron para tomar un poco de aire.

Want to be wild.

Louis respiraba con un poco de dificultad, las mejillas sonrojadas y los labios brillantes. Apretando sus muslos entre las costillas del rizado y sonriéndole bobamente.

A little party never hurt no one, that's why it's alright.

No es que Harry no sintiera el frente de sus pantalones más apretado. (Tiene a Louis Tomlinson a horcadas de el, gracias). Pero tenía más autocontrol, muy poquito, pero lo tenía; no quería hacer cosas con Louis así como así, sin ser novios. Lo menos que buscaba era darle la impresión de que solo lo quería por sexo.

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