- ¡Louis Tomlinson!- Chilla la chica arriba del sofá, con los pies ocultos en los calcetines marrones hasta sus rodillas y el cabello desordenado.
- ¡Deja de pisotear mi sofá!- Gruñe el castaño.
- ¡Dame el maldito control remoto!
Harry esta en la barra para desayunar, comiendo un pay de manzana con Romeo en su regazo.
Las comisuras de sus labios arriba, burlón y divertido. Nunca dejan de aburrirle.
- ¡No voy a ver una película que no entiendo!
La de ojos aceitunados rueda los ojos y lo apunta con su dedo índice.
- ¡Tiene putos subtítulos tu gran idiota holgazán!
- ¡Parasseux ta maison!- Gritó el ojiazul con un horrible acento francés y una sonrisa triunfal.
- ¡Eso ni siquiera tuvo sentido!- Bufó la chica.
- ¡Los croissants y las rayas tampoco lo tienen tu maldita francesa!
Chrystal le lanza un cojín y se cruza de brazos.
Sus ojos peleando en silencio, su pequeña guerra mañanera luchando por una victoria.
- ¡Harry!- Gritaron los dos contrincantes al mismo tiempo.
El nombrado volteó su cabeza hacia el gato y cuando este no le dio una respuesta se encogió de hombros y se fue a su habitación, ignorando por completo su llamado. La pequeña bola de pelos siguiéndolo y entrando antes de que el rizado cerrara la puerta.
Harry sonrió cuando volvió a escuchar la pelea en la sala y se puso a leer El amor en los tiempos de cólera.
A las dos horas recibió un mensaje de Ben informándole que los paparazzis ya iban en camino a su departamento y con cansancio se levantó de la cama.
Se puso un buzo rojo de Chrystal y su pantalón de chándal gris, fue al baño de su habitación y con Romeo viéndolo orinar se lavó las manos y aseo su cara.
El reflejo eran unas lindas mejillas rosadas y rellenas.
- Las gatitas se mueren por ti ¿Sabias? Eres igual de galán que tu papi.- Murmuró el rizado al gato arriba del lavamanos.- Lástima que estes enamorado del gato callejero del parque.
Sonrió de los veinte chistes malos que atravesaron su cabeza, mofándose de la homosexualidad de su hijo gatuno y se dirigió al gran closet tomando sus vans negras; Louis lo convenció, no lo culpen.
Salió de la habitación y con pasos campantes bailó por el pasillo. Romeo cruzando entre sus piernas, el pequeño truco que estuvieron ensayando estos últimos dos meses.
Louis se puso muy celoso cuando el gato, ya no gatito, solo hacia el truco con las largas y ahora un poco rellenas piernas del mayor.
- Bastardos infieles.- Murmuró el cantante cuando llegó a la sala de estar.
Chrystal siendo la cuchara grande de Louis, los dos con la boca abierta y soltando pequeños suspiros.
El mago de oz con subtítulos en francés reproduciéndose en la gran televisión, con el volumen en lo mínimo.
Harry se acercó con cuidado y metió el dedo meñique en la nariz de la chica, contrario al chico, a quien le repartía pequeños besos por toda la cara.
- ¡Harry!- Dijo la chica golpeando su mano y abrazando con más fuerza la cintura del ojiazul.
Louis casi ronroneando gracias a los besito en su cara y la presión en su cuerpo.
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Rockwell
قصص الهواةLouis Tomlinson asiste al colegio más exclusivo de toda Inglaterra, se pone esa falda de cuadros con esas medias hasta la rodilla y es presidente del club de lectura. Cuando esta solo se pone las bragas mas cómodas que encuentre y baila con punk roc...
