Rockwell

Capitulo 47

Al terminar el mes de enero, todo es un caos.

Sucede muy rápido, no se dieron cuenta.

No un caos total, aún no sucede una catástrofe.

Las clases de Louis son muy monótonas, no hay nada de interesante más que escuchar a sus viejos maestros y obtener buenas notas (cosa que ni siquiera intenta porque le sale natural).

En su casa todo es bastante normal, sus padres siguen saliendo de la ciudad mínimo una vez por semana y apenas cruzan un par de palabras. Su relación con sus hermanas si que ha cambiado, se turnan para ver en qué habitación cenarán todos juntos y bromean todo el tiempo.

¡Incluso conocieron a Romeo!

Harry fue a cenar a su casa y llevó a su pequeño hijo, que parecía una copia de Louis, pues el animal estaba encantado con la gran y lujosa casa, también amo a sus tías ya que lo llenaron de besitos en la cabeza, sus favoritos.

Harry estaba un poco nervioso de conocer a las hermanas menores de su novio, pero aquel sentimiento se esfumó justo en el momento en que cruzó la puerta y una chica castaña corrió a abrazarlo, la rubia le sacó el dedo y lo amenazó en desaparecer su cuerpo si le hacía algo a su hermano. Tan adorables como su hermano mayor.

Harry ha tenido un muy buen progreso respecto a su desorden alimenticio.

Su psicóloga le recomendó ir a un doctor especialista en el tema cuando Harry le confesó que aunque no quisiera, su cuerpo sacaba la mayoría de los alimentos que entraban a su sistema y no sabía cómo digerirlos.

El doctor lo ha estado ayudando y se siente muy bien, subió dos kilos y medio desde que empezó este cambio y está muy feliz.

Louis le besa el estómago y le repite lo hermoso que es siempre que puede.

Están tan enamorados.

...

- ¡Ugh! Son unos asquerosos.- Gritó Harry cuando abrió la puerta del estudio tomado de la mano de su pequeño novio.

Zayn, sin despegar su lengua de la boca de Liam le sacó el dedo medio y molió sus caderas contra las del castaño.

- No volveré a venir jamás.- Murmuró Louis con una mueca de asco.

Rápidamente Liam tiro el cuerpo del pelinegro al piso y este se enderezó.

- ¡Louis!- Chilló Liam corriendo a abrazar al más bajito.

El nombrado sonrió y besó su mejilla para después hacer lo mismo con Zayn y tomar asiento en el sofá donde Harry estaba.

El cumpleaños de su rizado chico era mañana y las grabaciones de su disco eran todos los días. Harry tuvo que perder todo su orgullo, y pedirle a Ben el día libre, por suerte, este se lo concedió solo a cambio de que grabara por más tiempo un día antes de faltar. Louis se iba a quedar a dormir en su departamento así que se le hizo fácil llevarlo.

- ¿Dónde está Ben?- Preguntó Harry interrumpiendo la conversación de sus amigos con su novio.

- Regañando a Josh por no haber venido ayer, no debe de tardar en regresar.

Después de unos minutos conversando, el hombre que manejaba aquella rebelde banda entró a la habitación y con un gesto le indicó a Harry que lo acompañara a su oficina.

- Louis Tomlinson, tu también.- Murmuró antes de entrar con los dos chicos siguiéndole el paso.

La oficina es moderna, con paredes blancas y un escritorio elegante color negro. Hay dos sillas enfrente de la que le pertenece a Ben, la pareja tomó asiento en ellas.