Capitulo 45

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Era un domingo invernal.

La escasa nieve seguía cayendo por el cielo y aterrizando en el pavimento, abrazándolo.

Louis y Harry estaban acurrucados viendo una película, nostálgicos porque al día siguiente Louis regresaba a clases y Harry tenía que volver al estudio a grabar.

- Amo tanto a Julia Roberts.- Murmuró Louis dandole un pequeño trago a su taza de chocolate caliente.

Harry estaba sentado en el respaldo de la cama y Louis acomodado entre sus piernas.

- Es tan hermosa y sus papeles en las películas siempre sufren tanto.

Harry asintió cuando Louis volvió a murmurar su amor por la mujer de la pantalla y envolvió sus brazos en la cintura de su pequeño para atraerlo más cerca de él.

- Louis.- Murmuró en su oído con la voz ronca.

- Mh.- Respondió distraído después de un par de segundos.

Harry lo atrajo con más fuerza y recostó su frente en el hombro del ojiazul.

- Por favor.- Casi suplicó.

El más joven dio un pequeño tragó a la bebida para ocultar la sonrisa en su boca.

- Ya hablamos de esto Hazz.- Dijo en silencio.

El rizado volvió a acercarlo, moviendo las caderas suavemente.

Louis negó con la cabeza cuando sintió la prominente erección de su novio.

- Harry.- Dijo muy serio mientras se estiraba a dejar la taza en la mesita de noche.

- Seré bueno, lo prometo.- Murmuró con la voz entrecortada.

Louis se cruzó brazos y mordió su labio para que Harry no escuchará los jadeos que amenazaban con salir de su boca.

- No te voy a premiar por ser un chico malo.

Después de pronunciar esas palabras, unos muy pequeños sollozos opacaron la voz de Julia Roberts confesándole su amor a Hugh Grant.

- No te puedes tocar.- Dijo firme cuando sintió una traviesa mano pasar por su trasero y apretarse en la ingle de Harry.

En un rápido movimiento, Louis tomó las manos del rizado  y las envolvió en su cintura, haciendo que Harry quede sin accesibilidad a ellas y sus sollozos se conviertan en llanto.

Louis estaba volviéndose loco.

Quería besar, chupar, lamer y tomar cada espacio de la anatomía de su chico, claro que se moria por hacerlo.

Pero Harry se portó muy mal.

Hace un par de días, el jueves para ser exactos, el ojiazul y el rizado tuvieron la maravillosa idea de salir a comprar un lubricante de algún sabor exótico, porque solo habían usado transparentes y sin fragancia. Aburridos.

Gran error.

Al entrar a la lujosa tienda, los pequeños botes de lubricante estaban en una vitrina justo antes de la caja. Eran lo menos importante.

Lo que en verdad capturó su atención, fueron los excéntricos artefactos y juguetes de placer.

Louis estaba como niño en la mañana de navidad, con una sonrisa enorme y su manita bien agarrada a la de Harry.

- ¡Mira Hazz!- Dijo apuntando con su dedo un par de bragas comestibles.- ¡Es de frambuesa! Wow que cosas más divertidas.

Harry tragó duro y agachó la mirada, temía soltar un gemido de solo ver aquellos juguetes.

Rockwell Where stories live. Discover now