Capitulo 33

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El problema con tener relaciones sexuales por primera vez, lo descubre Louis a las semanas.

- Más... más ¡Harry!- Exigía mordiéndose los labios y empujando su trasero hacia atrás.

El ojiazul contra el frío mármol negro de la cocina en su pecho, sudando y con la mente en blanco.

- Tan bueno, tan grande Hazz.- Murmuraba con la mejilla presionada en la barra para desayunar.

No es como que Harry se esté quejando, pero Louis es un completo adicto a tener su parte incrustada en el, o sus dedos, o frotarse en su pelvis, o follarse la boca del rizado y una de sus favoritas, dejar que Harry follé su boca.

El culpa a las hormonas de su novio.

¿Los hombres producen hormonas?

El punto es que no le había traído ningún problema, amaba ver a Louis tan destrozado (sexualmente, odiaría ver realmente destrozado al pequeño cuerpo debajo de el).

Harry con la cabeza hacia atrás, la palma de su mano presionando en los hoyuelos de la espalda baja de Louis, moviendo sus caderas para chocar con el trasero de su novio.

Una y otra y otra vez.

Perdidos en sus cuerpos, en lo vulgar, sucio, en lo obsceno y en-.

- ¡Harry mi amor! Ayúdanos a bajar las cosas del auto, Gemma no puede con todo.

- Oh mierda.- Dijo Harry saliendo del cuerpo del ojiazul.

- ¡No no no!- Chilló Louis arqueando más su espalda en busca del contacto que había tenido con anterioridad.

Estaba tan cerca.

- ¿Tu mamá tiene llave del departamento?- Dijo Louis en un murmuró.

- No, no lo creo.- Dijo con la voz rasposa.

Sin más que preguntar se llevó al rizado de la mano a su habitación, a cambiarse para conocer a su suegra.

Ahora Harry estaba de muy mal humor.

Amaba a su familia pero pudieron esperar un minuto más, un minuto hubiera sido suficiente porque estaba tan cerca.

Estaba tan cerca.

- Recuéstate en la cabecera de la cama.- Dijo Louis.

¡Louis es tan caliente cuando está enojado!

- Bien.- Dijo firme y con sus ojos azules posados en su novio.- Me voy a sentar en tu gran polla y tu no harás ruido ¿Verdad? vamos a estar muy callados para que nadie nos escuche.- El castaño decía mientras bombeaba muy lentamente su entrepierna, parado justo enfrente de Harry.

Harry asintió efusivamente y le hizo una seña para que se acercara.

Louis como si de un experto se tratase, tomo todo el pene del rizado de una y empezó a mover la cadera de arriba a abajo muy lentamente.

- Deja de jugar y muévete, no tenemos todo el tiempo del mundo.- Le gruñó Harry en el oído y le dio una nalgada.

Como si acabara de encender un botón, el castaño comenzó a rebotar rápidamente en su regazo.

Como un maldito pecador, la cabeza en el hombro del rizado y pequeños gemidos escapándose de su boquita.

Harry no sabe lo que pequeños gemidos significa, no sabe ser silencioso (al menos no con Louis), así que el ojiazul le tapó la boca con su mano y con una expresión muy burlona en su angelical rostro seguía rebotando.

Tan poderoso desde su trono.

Llegaron rápidamente al ansiado orgasmo y Harry, como siempre, se quedo un poco ido, murmurando cosas sin sentido y con los ojos cerrados.

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