Hoy somos azul [TaeKook]

[18]

―¿Puedo decirte algo? ―Jimin dijo cuando abandonaron el comedor de la universidad―. No puedes seguir así.

―¿Qué quieres decir? ―Taehyung lo miró, sin comprender.

―Sabes a lo que me refiero: Tus cambios de ánimo son demasiado drásticos estos días ―agitó la cabeza en reprobación―. Si Jeon Jungkook es el culpable de esto, comenzaré a molestarme.

―No es su culpa, es mi culpa ―señaló a regañadientes―. Soy yo quien se enamoró de alguien con pareja. ¿No deberías dirigir tu ira hacia a mí?

―Todavía no llego al escalón de la ira, permanezco en mi frustración ―contradijo en un suspiro―. ¿Cómo podría culparte de tus sentimientos? Solo no te entiendo. Quiero decir, hace días estabas dando saltos luego de que él te invitara a su departamento y cuando llegaste... solo tomaste a Yeontan en brazos y te fuiste a dormir.

―Estaba cansado.

―Eso no era cansancio, era desánimo ―rodó los ojos―. Por favor, he tenido días malos en mi vida también; conozco la diferencia.

―De acuerdo, estaba desanimado ―aceptó―. Pero ¿por qué sacas ahora el tema a colación?

―Porque estuviste tantos días solo con tus pensamientos, que adquirí confianza luego de verte comer todo lo que te sirvieron en el almuerzo. ¿Desde cuándo comes verduras? ―Taehyung rio en voz baja, tomándoselo con diversión―. De verdad estoy preocupado, Tae.

―Estoy bien ―aseguró―. Simplemente, he estado pensando en mi situación con más seriedad. Pienso en mis sentimientos, en mis actos y mis valores... ―miró hacia el frente, meditabundo―. Y, cuando intento ponerlos en una balanza, el equilibrio no es tan perfecto como era y eso me molesta.

―Porque Jungkook tiene novia ―señaló lo evidente.

―Correcto ―musitó―. Quiero estar con él, porque me gusta. Quiero conocerlo más, porque me gusta. No planeo coquetear con él, porque sé que tiene novia. Solo planeo actuar amistosamente por su relación. Pero entonces veo a Jiho, corriendo a sus brazos, y no me siento bien. Y entiendo que... que por mucho que decida que haré las cosas de un modo, no puedo engañar a mis sentimientos. Así que termino sintiéndome mal con Jiho, porque, a pesar de que no he mostrado dobles intenciones con Jungkook, es un hecho que me gusta. ¿Me entiendes?

―Tu mente es un caos.

―Sí, es por eso que me cuesta poner atención últimamente ―rodó los ojos, molesto consigo mismo―. Así que, respecto a acercarme a Jungkook, también he decidido poner los pros y contras en una balanza. Encontré decenas de contras y solo un pro ―admitió con recelo, mirando a su amigo―. Pero, incluso después de eso, ¿puedes creer que ese pro pesó más que decenas de contras?

―¿Qué tipo de pro pusiste para que pesara tanto? ―se burló.

―Que me gusta ―respondió con obviedad, haciendo reír al mayor―. ¿Acaso no es el mejor de los pros para pasar tiempo con alguien? ¡El hecho de que te guste una persona es inmensamente maravilloso!

―Ese es el problema contigo: Eres demasiado sensible y soñador. Si no pensaras en el amor como algo tan grandioso, no insistirías en seguir buscando a Jungkook.

―¿Hay alguien en este mundo que no crea que el amor es grandioso? ―cuestionó, aturdido por lo que oía―. Porque solo un desquiciado no le daría al amor el valor que merece. Cuántos ahí afuera estarán buscando el amor de su vida, ¿eh? ¡Habría que ser un imbécil para ignorarlo cuando lo tienes frente a tus ojos!

―Entonces, ya que no eres un imbécil, seguirás mirando a Jungkook de lejos.

―Exacto.

―Pero te hace un tonto ir tras un imposible. Lo sabes, ¿cierto?