Hoy somos azul [TaeKook]

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―¿Taehyung-ssi? ―Jungkook miró a través de la pantalla al chico que acababa de tocar su timbre―. ¿Por qué no entras? Conoces la contraseña.

―La recuerdo ―confirmó, tocando su flequillo con timidez―. Pero luego pensé, ¿puedo entrar sin avisar? Así que aquí estoy, esperando que me abras la puerta.

―No puedo abrirte la puerta, tengo las manos ocupadas.

―Bueno, pero no puedes decir que tengo malos modales.

Jungkook rio en voz bajita, escuchando la puerta desbloquearse. Taehyung se quitó los zapatos y jugó con las correas de su mochila, preguntándose cómo saludarlo. El menor le enseñó sus dedos llenos de pintura azul antes de que se atreviera a hacer un movimiento erróneo.

―No quiero manchar tu ropa ―explicó.

―Gracias por el aviso ―Taehyung se estiró, besando su mejilla―. Jiho pasó al supermercado; dijo que prepararía la cena para nosotros hoy, lo que es bueno, porque Jimin trabaja hasta tarde y morir de hambre no es una opción.

―¿No dijiste que aprenderías a cocinar? ―se burló.

―Paso a paso, no me presiones ―hizo un puchero―. No tengo comida, pero te compré un regalo.

―¿Me compraste un regalo? ―preguntó sorprendido. Taehyung asintió con entusiasmo mientras se sacaba la mochila, revisando su interior―. No es mi cumpleaños.

―No sé cuándo es tu cumpleaños.

―Ya pasó mi cumpleaños ―concluyó, provocando que Taehyung estirara sus labios.

―Puedo conseguir tu información con Jiho ―le mostró la lengua―. Y te compré un regalo, porque simplemente lo vi y pensé en ti.

―Entonces espero que no sea un regalo muy feo ―murmuró, provocando que el mayor arrugara la nariz.

―No me refería a tu apariencia, pero, solo por si hablas en serio, me es necesario confesar que me enamoré de ti a primera vista y, aunque suene superficial decirlo, tu apariencia fue un factor de gran impacto.

―Mi apariencia, probablemente, fue el único factor para ese flechazo ―corrigió con una sonrisa torcida, recibiendo la caja que Taehyung puso sobre sus sucias manos―. ¿De verdad fue a primera vista?

―Sí. Jiho nos presentó y no hubo nadie más en mi cabeza después de eso.

―¿Esa fue la primera vez que me viste? ―murmuró, bajando la mirada hacia el obsequio―. Son pinturas acrílicas.

―¿Por qué suenas tan decepcionado? ―Taehyung tocó su cabello con incomodidad. ¿Había dicho o hecho algo malo?

―Es decir, antes de que sucediera eso, nos topamos por tu facultad con frecuencia, así que... bueno ―musitó.

―¿Bueno? ―repitió, aún más confundido―. ¿Intentas decir que debí enamorarme de ti mucho antes? ―Jungkook no respondió, solo siguió mirando la caja en sus manos―. ¿Estás enojado, porque no te noté antes? En mi defensa, no suelo prestar atención a mi alrededor. En realidad, ¡soy alguien muy despistado! Y- ―se detuvo, abriendo más sus ojos―. ¿¡Tú sí me notaste!?

―Gracias... hmm... por esto, supongo ―levantó la caja, ignorando su pregunta. En su lugar, Jungkook le dio la espalda para volver a su estudio.

―¡Hey! ―Taehyung fue tras de él―. ¿Cuándo? ¿Cuándo fue la primera vez que me viste? ¿La recuerdas?

―Fue mi primer día en la universidad.

―¡La recuerdas! ―dio un brinco, entusiasmado―. Espera, no solo la recuerdas, ¡sino que me viste el primer día! ¿Te di tan buena impresión?