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Taehyung miró el rostro dormido de Jungkook; su ceño estaba un poco fruncido e, incluso a lo largo de la noche, parecía haber luchado sin descanso contra sus pesadillas. A veces se removía con inquietud, suspiraba o se quejaba, y Taehyung se sintió triste cada vez que eso pasó. Se preguntaba cuándo fue la última vez que ese chico durmió bien. Y, pensando seriamente al respecto, dudaba que eso hubiera pasado siquiera, considerando los acontecimientos que había narrado Jiho el día anterior.

Tocó el rostro del menor, apaciguando el malestar en su expresión. Girando sobre el colchón para ver el techo después, se sintió triste al pensar en su compañera. Sin importar cómo ella llevaba su vida, él fue lo suficientemente lejos para juzgarla. No quería excusarse, pero jamás pasó por su cabeza que las cosas fueran tan complicadas. Tenía una pequeña idea de cómo había sido la vida de Jungkook en Busan, pero no así con Jiho. De solo imaginar todo el miedo que debió sentir siento apenas una niña, lo hizo querer llorar. Pero no iba a hacerlo.

Nada se solucionaría llorando por Jiho o Jungkook.

Mirando al chico junto a él, se aseguró de que su sueño fuera profundo para poder levantarse. Taehyung caminó hasta la puerta y se puso sus zapatos, decidido a hacer las cosas mejor ahora. Y si quería empezar con el pie derecho, lo correcto era visitar a Jiho.

Afortunadamente, la chica le abrió la puerta después de unos segundos. Jiho, quien en el pasado siempre se había mostrado perfecta y salida de un comercial de televisión, no fingió para él esta vez. Con el cabello desaliñado, los ojos hinchados y una línea recta en los labios, en lugar de una sonrisa, ella le dio una mirada curiosa antes de dejarle pasar. Y antes de que pudiera preguntarle la razón de su visita, Jiho se sorprendió cuando Taehyung se arrodilló frente a ella, haciendo una exagerada reverencia.

―¿Tae-Taehyung? ―balbuceó, nerviosa―. ¿Qué estás haciendo?

―Quiero disculparme ―el chico habló con su frente apoyada contra el piso―. He sido prejuicioso. He hablado sin considerar tus sentimientos y mucho menos tu situación. Incluso si quiero disculparme, siento que nada es suficiente para compensarte. Conocías mis sentimientos por Jungkook, pero no me apartaste, a pesar de poder hacerlo. ¿Cómo merezco siquiera eso?

―No tienes que ir tan lejos ―Jiho rio nerviosa, agachándose frente a él―. Levanta la cabeza, Taehyung. No hagas esto ―pidió. Taehyung levantó el rostro con bastante inseguridad, sintiéndose mal ante la mirada solitaria que recibió―. Sé que no doy una buena impresión ―señaló―. Ha sido así desde siempre.

―No se supone que nos dejemos llevar por las impresiones.

―Tampoco soy lo que se dice una persona encantadora ―añadió con una sonrisa débil―. Si tu impresión de mí es mala, conociéndome solo empeora ―intentó bromear y Taehyung la miró con pena―. Lastimo a las personas.

―No me has lastimado a mí ―señaló―. Entonces, ¿por qué habría yo de lastimarte? Fui el primero en cometer un error. Perdón, Jiho.

La chica lo miró en silencio, tocando su cabello con incomodidad. Buscando sus ojos, suspiró al recordar cierta situación. Taehyung juró verla sonreír por un momento, incluso si fue fugaz.

―Eres igual que Jungkook ―dijo de repente―. Poniéndote de rodillas cuando crees que estás pidiendo el mundo. No tienes que llevar esto tan lejos ―dijo con calma―. Pero gracias... por disculparte, incluso si no te juzgo por la imagen que tienes de mí. Es solo que... esto es extraño para mí ―admitió―. Nunca alguien se ha disculpado conmigo.

Taehyung presionó sus labios, sintiendo la soledad en esa confesión. En su lugar, estaría lleno de rabia, pero Jiho solo estaba sorprendida y hasta cohibida. Había dicho que Jiho era una mala chica, ¿pero su forma de ser no era incluso más honesta que la de cualquier otra persona? Era simple y sin rencores. Taehyung no estaba seguro de poder vivir así.

Hoy somos azul [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora