Capítulo 39: porque eres tú...

637 39 42
                                    

Esto parecía una competencia, entre más profundo lo metía en mi boca, más rápido movía sus dedos. Sabía que estaba al borde de correrse, su erección dejaba salir parte de su corrida, pero para detenerme me alejó de su erección con tal de besarme. Me estaba quedando atrás, sus dedos continuaban en mi entrada, así que decidí complacerlo con mi mano.

Él se tensó rápidamente, incluso se puso más mojado, así que pensé que ganaría nuestra pequeña competición, él dejaba salir sus suspiros envueltos en gemidos en mi boca, mientras que yo los dejaba salir en la suya mientras nuestras lenguas se entrelazaban con lujuriosa.

—¡mmhh! —gimió corriéndose segundos antes de que yo lo hiciera con un fuerte espasmo de placer.

—Ah... g-gané...—suspiré alejándome un poco de su cuerpo para ver nuestro desastre.

Su corrida y la mía se mezclaban en su abdomen, no dudé en limpiar su cuerpo con la ayuda de una pequeña tela que tenía cerca. Sin embargo, cuando vio la oportunidad, se abalanzó sobre mí para abrirse acceso para penetrarme.

—ah...—suspiré abriéndole mis piernas un poco más para que pudiera introducirse por completo en mi interior— nnngh...

—Aún no me... ah... respondes...—dijo dándome una pequeña embestida para introducirse más profundo— ¿Cuándo lo aflojaste...?— repitió

—¡nnngh...! —gemí envolviendo su cuello con mis brazos— l-lo hice antes cuando me bañaba...—respondí avergonzado.

—Que dulce...—susurró acercándose a mis labios, creí que nos besaríamos, así que me acerqué a los suyos deseando que sus labios me ayudaran a evitar esta vergonzosa conversación, sin embargo, él comenzó a embestirme manteniendo sus labios a un par de centímetros de los míos, parecía que deseaba verme de cerca.

—ah... nnngh...—gemía queriendo ocultar mi rostro en el espacio que hay entre su cuello y hombro— X-Xavin...—lo nombré, él se estaba alejando de mí para que no pudiera ocultar mi rostro— ¡mmmgh...! —gemí apretando mis labios.

—Te ves tan lindo...—susurró embistiéndome más deprisa— tu rostro orgásmico me encanta...

—E-Es ver-vergonzoso...— dije con dificultad, mi voz era temblorosa, me estaba volviendo loco.

—¿Por qué...? Sólo yo puedo verte así...—me aseguraba mientras se alejaba de mis brazos para verme desde lo alto, algo que lo volvía aún más vergonzoso, ya que apretaba mi pecho antes de juguetear con mis pezones.

—ah... justamente por eso lo es...—dije desviando la mirada— p-porque eres tú...

Sentí como su erección se hacía más grande, parecía que le gustaba verme avergonzado tras decirle algo como eso, de hecho, comenzó a molestarme para ver mis lados más vergonzosos.

Me estaba matando de placer, Xavin estaba dándome tanto placer que me estaba haciendo tener múltiples orgasmos, lo mejor es que a pesar de que él se corría, no dejaba de moverse dejándome exhausto.

Me olvidé del tiempo, él estaba siendo tan bueno, se sentía tan bien que me ahogaba de placer sintiéndome más y más mojado, de hecho, cuando quise darme cuenta me encontraba mordiendo la almohada mientras sus embestidas eran cada vez más duras. Podía ver luz entrando por la ventana, mi respiración era un desastre, Xavin no me ha dejado descansar más de cinco minutos.

Cuando creí que pararíamos, nos calentamos por un beso y ahora estoy demasiado cansado como para moverme, de cierta forma por esa razón estoy recostado en la cama mientras él me embiste con rudeza.

—¡ah...! ¡aah...! —gemía aferrándome a las sábanas—n-no puedo... m-me... voy a... ¡nnngh...!

—Ah... mmh...— se acercó a mi cuello dejándome otra marca, hasta ahora mi cuerpo está lleno de marcas de besos y mordidas.

Aragón (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora