Capítulo 2: Día de cacería

1.6K 130 52
                                    

#Modificado

Es difícil evitar a una persona, nunca lo había intentado, pero es muy complicado evitar todo contacto con aquella persona a la que sirves, sobre todo cuando esa persona se acerca constantemente a ti por culpa de que necesita tu ayuda en su día a día.

Yo quise dejarle claro que algo como eso no podía volver a ocurrir y él pareció estar de acuerdo, de hecho, culpó al alcohol y trataba de normalizar las cosas e incluso actuar igual que siempre, yo necesitaba sentir que lo odiaba, necesitaba sentirlo o no sería capaz de detener el deseo que siento por él ahora que conozco lo bien que se siente estar entre sus brazos y ser besado por él.

Nunca pensé que diría esto, pero quisiera que volviera a ser arrogante, pomposo e irritante, creo que lo sigue siendo, el único que ha cambiado he sido yo al verlo con otros ojos, incluso creo que me está comenzando a gustar por ello quisiera deshacerme de este sentimiento, es pequeño, pero temo que con cada día que pasa se pueda hacer más fuerte.

Hoy salimos de cacería, él suele distraerse al cazar, por ello debía acompañarlo y permanecer en silencio para que las presas no se escaparan, pero yo no quería matar a ningún animal, sobre todo cuando se trataba de conejos, así que trataba de mantenerme callado, no obstante, cuando él estaba a punto de lanzarle una flecha yo hablaba para que el animalito saliera corriendo.

—¡Danny! —me regañó— ¿puedes callarte?

—Claro, solo creí que el Rey quería pescado, ¿no sería mejor pescar? —quise cambiar la cacería por pesca, pero él me miró directamente a los ojos y me apuntó con el arco.

—Cállate— volvió a decir.

Yo quería irme, estaba aburrido, pero no quería irme sin él, aún más cuando en este bosque se encuentran animales salvajes y delincuentes que consiguen hacerme desear permanecer al lado de Logan, ya era mediodía, pronto deberíamos regresar para que el cocinero prepare lo que él ha cazado, pero gracias a mí no ha conseguido atrapar absolutamente nada.

—Danny— me nombró— quédate aquí— pidió.

—¿Dónde vas? —me miró con cierta molestia, así que enseguida supe que se quería alejar justamente porque quería silencio.

Yo esperé sentado en un árbol caído, no tenía nada mejor que hacer, por ello tarareé una melodía hasta que escuché un grito enfadado seguido del llamado de mi príncipe, no sabía qué había sucedido, en ese momento millones de posibles situaciones pasaron por mi cabeza mientras con cierto miedo me acercaba, al menos hasta que vi cómo había caído en una trampa y ahora estaba de cabezas mientras una cuerda lo mantiene levantado de su pie izquierdo.

Su cuerpo se mueve de lado a lado, él se cruzó de brazos con enfado casi como si me culpara, aunque yo no desaproveché la oportunidad de molestarlo.

—Oh, qué presa tan grande atrapó, príncipe— decía mientras trataba de no reír.

—¡Bájame! —pidió con enfado— ¡todo esto es tu culpa, si te hubieses callado ya habría podido atrapar algo!— chillaba mientras que yo me acercaba quedando muy cerca de su rostro, esto no lo hice que otras intenciones, más bien buscaba alcanzar su daga para cortar la soga.

—El cazador terminó cazado, qué curioso, ¿no crees? —continué hablando mientras que él se quedaba en silencio.

—Te mataré— aseguró— sólo espera a que baje de aquí.

Sonreí viendo su enfado, aunque el karma me cayó encima, puesto a que aquella trampa estaba diseñada para animales más pequeños como pequeños zorros o conejos, no para un ser humano, por ello no tuve que hacer nada, la rama del árbol se rompió por su cuenta dejando caer al príncipe encima de mí.

Aragón (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora