Capítulo 22: Kin

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#Modificado

A la mañana siguiente salimos muy temprano con el propósito de encontrar la torre que cuidaba del último huevo de dragón, pasamos toda la mañana siguiendo a nuestros caballos, incluso nos vimos envueltos en peleas y pasamos por lugares inimaginables sólo con tal de llegar al lugar.

La torre parecía estar situada en un mundo completamente diferente, para ingresar aquí tuvimos que pasar por entremedio de las aguas de una cascada y atravesar una larga y oscura cueva, pero al nada más ver la naturaleza del lugar me hacía sentir satisfecho, todo era lindo, había un sendero de flores silvestres en donde se posaban hermosas mariposas de muchos colores, cuando caminamos por el lugar cientos de mariposas volaron a nuestro alrededor debido a que nos acercábamos a ellas con nuestros caballos y esto nos tenía maravillados.

El lugar era lindo, me encantaba estar allí, además al bajarnos de nuestro respectivo caballo las puertas de la torre se abrieron de forma automática, sin embargo, antes de subir unas escaleras encontramos un letrero que decía "Cualquier humano normal que no pertenezca al linaje de domador de dragones, morirá"

—Quédense aquí— les dije dispuesto a subir.

—Danny— habló Logan preocupado.

—Si no regreso en una hora puedes subir, ¿ok? —trataba de tranquilizarlo— estaré bien— acaricié su mejilla— esperen afuera, regreso enseguida.

—Está bien, grita si algo malo pasa—pedía Logan inquieto.

Yo no tenía miedo, tenía muchas ganas de ver que había en cada uno de los niveles de la torre, sin embargo, también podía ver esqueletos tirados en el suelo o apoyados en la pared, no sé cómo murieron, cuando pasé por allí no me ocurrió nada, de hecho, era como si todas las trampas se desactivaran tras yo avanzar.

Con cada paso que daba podía sentir magia, no era magia negra, de hecho, era un tipo de magia protectora que cuidaba el lugar de intrusos, el lugar parecía sagrado, me llegué a sentir muy protegido en cada uno de sus niveles viendo a su vez cuadros con muchas personas al lado de un dragón, seguramente eran domadores de dragones, incluso vi a niños y tenía la sensación de que los cuadros se movían.

Era como si tuvieran vida, a algunos se les agitaba el cabello con el viento mientras que otros solamente sonreían tras tener a un pequeño dragón sentado en sus hombros o cabeza. El lugar era mágico, me distraje al ver los cuadros, pero conseguí llegar al lugar más alto en donde se encontraba un huevo completamente blanco.

Al tomarlo lo hice con cuidado, me daba miedo romperlo, no obstante, cuando observé el huevo detenidamente este se rompió asustándome enseguida, creí que lo había roto, pero en realidad el pequeño dragón que había dentro se había despertado, fue hermoso, este parecía indefenso, no medía más de treinta centímetros y era completamente blanco.

El pequeño dragón me miraba con curiosidad, incluso se acercó a mí acostumbrándose a su cuerpo al caminar e incluso extendió sus alas, se veía frágil, aunque en realidad no lo era.

Cuando me quise dar cuenta frente a mis ojos se encontraba un enorme cuadro que se estaba dibujando por su cuenta, el cuadro cubría toda una pared, allí pude verme sentado en un trono con mis dos dragones a los lados, el pequeño se veía casi tan grande como Aragón, por ello no pude evitar sentir que estaba viendo el futuro.

Por supuesto que me vi obligado a regresar, no quería alarmar a Logan por ello regresé casi corriendo debido a que ya había pasado una hora, me distraje al ver los cuadros, además eran tantas escaleras que me tomó mucho tiempo llegar a la cima, por suerte tengo magia que me ayudaba a moverme más rápido para aparecer junto al resto.

Los chicos al verme se relajaron, los cuatro parecían haber estado muy preocupados por mí, de hecho, me abrazaron tras yo salir y seguido de eso quisieron ver de cerca a mi pequeño dragón.

—¿Qué nombre le has puesto? —quiso saber Blue.

—Aún no le doy un nombre, no sé si es chico o chica, así que se lo preguntaré a Aragón.

—Es muy lindo— comentó Logan acariciando la pequeña cabeza de mi nuevo amigo, este se acercó subiéndose por su brazo para sentarse en su hombro totalmente confiado.

—¡Genial! Ya son padres— bromeó Xavin haciéndonos reír.

—Prefiero a los bebés humanos, pero supongo que aún es muy pronto—le respondió Logan viéndome en todo momento casi insinuándome que debía pensar en tener hijos.

Antes era impensable, no obstante, ahora con las gemas de Ema no parece imposible el hecho de tener hijos, no sé cómo funciona, aunque seguramente será nuestra opción algún día.

Cuando regresamos llamé a Aragón para presentarle a su acompañante, antes decía ser el último de los dragones por ello quería presentarle a su nuevo amigo que resultó ser hombre. Ema y el Rey estaban fascinados con el pequeño dragón, era muy adorable, además que era completamente blanco y sus ojos eran de color dorado, pero eran ojos de gato, es decir, tenían una "línea" negra al centro.

Aragón dijo que debía nombrarlo, era importante para que recurriera a mi llamado sin la necesidad de esperar a que crezca para producir el rugido de dragón, yo no sabía que nombre ponerle, pero quería algo corto y lindo, por ello lo nombre "Kin" que significa "Dorado" como sus ojos.

—¿Cuánto demora un dragón en crecer? —pregunté.

—Todo depende de ti, los dragones crecen según la energía que tiene su amo, Aragón tardó más de un siglo en tomar ese tamaño porque no tenía amo, pero Kin podría tomar ese tamaño en uno o dos meses— me hablaba el Rey.

—Bueno, no podré llevarlo conmigo, así que cuiden de él— pedí acariciando a mi pequeño dragón.

—Puedes transfórmalos en humanos— comunicó Ema— gastarán ambos de tu energía, no lo notarás si te alimentas correctamente, pero podrán quedarse cómodamente aquí— sonreí frente a la idea— sólo debes pedirlo y ellos comenzarán a consumir de tu energía.

—Bueno— miré a Aragón— transfórmate en un humano, Aragón— pedí y este cerró sus ojos desprendiendo un brillo hermoso que lo envolvió por completo antes de transformar su cuerpo en un humano.

Aragón es apuesto, su cabello es completamente negro y sus ojos son de color avellana, tiene una mirada dura, pero al mismo tiempo parece un chico simpático. Por supuesto que tras convertirse en humano quedó completamente desnudo frente a nosotros, eso ni lo inmutó, no le importaba estar desnudo así que no miró con buena cara la ropa que le ofrecía Ema para que se cubriera, aunque se la puso viendo a Kin quien se acercó a él y también se trasformó, la única diferencia es que Kin parecía un niño de un año.

—Si te falta energía, nosotros nos transformaremos instintivamente en caso de que sea casi escasa— me comunicaba— podemos sentir tu energía y si te encuentras sin ella lo sabremos, incluso si sientes dolor, estamos conectados así que debes cuidarte.

—Está bien— sonreí mirando a Kin quien tenía el cabello completamente blanco, era hermoso, sus ojos dorados ya no parecían ojos de gatos, sino que ahora eran ojos de humano, este no sabía hablar aun así que no sé la razón por la que mira tan concentradamente a Aragón casi embobado— tienes que enseñarle a hablar, debes cuidar de él— demandé.

—Lo haré— me aseguró viendo a Kin.

Logan estaba detrás de mí observando en silencio lo que ocurría, cuando me giré para verlo él me sonrió mientras el Rey les ofrecía vestimentas a mis dragones, incluso mandó a llamar a un sastre completamente feliz de tener a ambos allí. Puedo ver en sus ojos como se siente más feliz, sus ojos brillan y no parece un sujeto solitario, por una parte, por eso se quedará Aragón y Kin aquí, quiero que le hagan compañía para que no se sienta solo.

Yo regresaré mañana al castillo con Logan, ahora es Rey así que no puede ausentarse demasiado de sus labores que van recién comenzando, por ello nos iremos, sé que ambos nos divertimos, todo lo que vivimos fue genial, además él me apoyaba en mis decisiones así que no podría sentirme más feliz.

Aragón (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora