Capítulo 28: recién casados

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#Modificado

Tengo un problema, ahora mismo el castillo no tiene a tanta gente en sus pasillos, desde que Charlotte se casó y se marchó con su esposa a un nuevo reino, el castillo se mantiene solitario, de todas formas, mis dragones se mantienen en el reino al que pertenecen haciéndole compañía al Rey Enrique quien en ocasiones viene de visita.

En el castillo actualmente sólo nos mantenemos Logan y yo, obviamente están los sirvientes y los soldados, pero no puedo estar con mis amigos todo el tiempo, ahora que soy Rey junto a mi amado esposo no me centro en las ocupaciones que tenía antes, además mis amigos deben trabajar responsablemente, por ende, esto me genera un problema.

¿Cuál? ¿Qué puede tener de malo estar con tu esposo? Pues es bastante simple, nosotros llevamos seis meses de casados, estamos en un punto en donde todo es maravilloso, hay mucho sexo ¡mucho! Y ese es mi problema...

No quiero que me malinterpreten, yo adoro que mi cuerpo sea suyo, me encanta batallar con mi esposo en una cama, es delicioso cada centímetro de su cuerpo, ¡es una maravilla! Por lo menos en ese ámbito. Lo que me incomoda es el hecho de hacerlo en cualquier sitio, me da mucha vergüenza la idea de ser descubierto por algún sirviente, a Logan no le importa, él puede tomarme en cualquier sitio, pero me pone muy nervioso la idea de que alguien nos vea.

¿Logan sabe que me incomoda? ¡Por supuesto! Muchas veces he intentado detenerlo, pero soy débil, con un par de caricias termino cediendo frente a sus deliciosas caricias, por ejemplo, ahora mismo mis piernas se mantienen rodeando su cintura mientras me mantiene contra la pared, ¡estamos a pasos de la habitación! Intenté llegar a ella, sin embargo, a Logan le encanta hacer lo contrario a mis peticiones.

Es muy frustrante en ocasiones, pero siempre consigue que libere esa frustración con ayuda del sexo, quisiera detenerlo, estamos medio vestidos en los pasillos mientras él mantiene mi interior sensible y con ganas de más, mis labios sólo gimen de placer, mi vientre se contrae haciéndome sentir un cosquilleo indescriptible con el que me mantiene excitado, pero si alguien nos descubre, sé que me sentiré muy avergonzado.

—Ah... mmmh...—me aferré a su cuello dispuesto a morderlo para detener mis gemidos, pero él me embistió con más fuerza— ¡nnnngh...!

—Ah... que mojadito te pones cuanto te doy duro...—susurró en mi oído completamente excitado.

—A-Amor...—dije aferrándome con fuerza a su cuello— p-por favor... ah... v-vamos a la cama...—pedí con la respiración acelerada.

—¿Para qué...? —preguntó mordiendo el lóbulo de mi oreja— aquí se siente muy bien...

—¡Ah...! —gemí en un tono elevado, fue imposible para mí no detener el gemido, lo peor es que luego lo acompañó otro y otro, por ello llevé mis manos hasta mi boca, algo que no le gusta a mi amado esposo quien sólo quiere darme placer.

A Logan le encanta ponerme en situaciones difíciles, por ello me dejó tocar el suelo nuevamente con mis pies antes de girarme y apoyarme de cara contra la pared, sentir su enorme pene golpeando lo más profundo de mí me hizo correrme de inmediato.

Estaba tan excitado que mis caderas se movieron al ritmo de sus embestidas, sólo que eso lo llevó a quitarme un poco más de ropa, ahora mi pecho y hombros estaban descubiertos, por lo cual él aprovechaba para tocar al igual que morder mi cuerpo.

—¡nnnngh...! —traté de aferrarme a la pared— mi... mi amor...—dije con dificultad— ¡ah...! M-Me voy a correr...

—¿Otra vez...? —preguntó acariciando mi pene— ¿tan bien se siente...?

—Sabes que me encanta...—dije buscando sus labios— pero me gustaría estar en nuestra cama...—agregué.

—Hmm...—pensó acercando sus labios a mi cuello en donde comenzó a dejar besos y leves lamidas antes de deslizar aquellas caricias por mis hombros— deberías agradecer que no te lo hago en la sala del trono...—dijo logrando que me sonrojara únicamente al imaginármelo— eres tan hermoso que no puedo resistirme a tu belleza— decía dándome estocadas profundas.

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