𝑬𝒍 𝒉𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 (Tn x Keisuke Baji)

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Ya había pasado casi la mitad del día y la mayoría ya se había enterado de mi gran hazaña ya que las personas que me vieron durante el receso supieron que fui yo la que había puesto en su lugar a ese trio de putas. Algunos me miraban como una heroína y otros como si fuera una criminal de alto rango.

En la cafetería había que pagar la comida por lo que me sorprendió ya que en el internado nosotros solo teníamos que tomar lo que quisiéramos, por suerte antes de pasar alguna vergüenza vi lo que los demás hacían y por suerte traía dinero suficiente como para comer algo.

-Oye tu, la extranjera-mire quien me llamaba y resultó ser el chico que había peleado con el de las clases mayores.-Ven con nosotros.

Lo mire por unos segundos y luego los seguí hasta quedar en la parte exterior del comedor, dos chicos nos acompañaban pero luego se fueron porque la directora los estaba buscando por algún grafiti que hicieron en las canchas.

Me senté y comencé a comer ante la atenta mirada de aquel chico  con peinado de gallo, la verdad es que era incomodó porque ni siquiera tocó su bandeja.

-Deja de mirarme y come, idiota- desvíe mi mirada hacia el plato y seguí.

-No creo que tu hayas podido contra esas tres al mismo tiempo-solamente suspire y volví a lo mio- ¿de donde eres? 

-Argentina

-¿por que hablas tan bien japones?

-Magia

Sentí un golpe en mi nuca y al girarme eran las chicas de antes pero ahora con cuatro más, simplemente levante una ceja y las mire de arriba a abajo para luego ignorarlas, lo peor de ser la nueva es que la mayoría quieren saber sobre uno y lo más importante que los bullyings quieren remate como víctima.

-Veo que no aprendieron la lección que les di esta mañana-sonreí mientras comía mi ensalada de huevo.

La que tenía su ojo morado la tiró al suelo, quedé sin mi almuerzo y aun tenia hambre, las mire y nuevamente sonreí. El rubio simplemente observa la escena sin decir una sola palabra.

-Lo de esta mañana no va a quedar así-la mas alta de ellas me tomo por el cuello.

-Rubio, ¿me das de tu comida?. Aun tengo hambre-dije ignorando que la chica me estaba ahorcando.

-Si claro...-antes de que pudiera decir algo más, su bandeja había volado por los aires hasta que toda la comida quedó en el suelo.-Ya ninguno tiene comida.

-Ya veo, entonces chicas...¿quien va primero?

Una de ellas se acercó mientras la otra me sostenía por el cuello, eran dos contra uno pero rápidamente me safe sus manos de mi cuello dándole una patada en su estómago, voltee a ver a a la otra chica y la tome por el cabello haciendo que su cabeza se golpee contra la mesa quedando aturdida, miré a las dos que se acercaban a mi y tome la bandeja del suelo para golpearlas en la cara haciendo que sus narices comiencen a sangrar. Me acerque lentamente a las primeras idiotas que me crucé hoy y las mire por unos segundos.

-Devuélvanme el dinero de mi almuerzo, ustedes lo tiraron así que deben limpiar y pagarme uno nuevo...-la más pequeñas de ella me dio el doble de lo que costaba mientras las otras corrían y en segundos tenían el trapeador en nuestro lugar.

-Interesante, así que si era verdad lo que decían de ti-comentó el rubio 

-¿que dicen de mi?-pregunte sonriendo.

-chica problemática-contesto poniéndose de pie ya que había sonado la campana.

-No me gusta tener problemas y hoy no es mi dia, estoy irritada así que si me provocan morirán-dije caminando directamente a mi curso.