𝑬𝒍 𝒉𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 (Tn x Keisuke Baji)

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Lance el reloj despertador por algún lugar de la habitación, si no es que salió volando por la ventana, me doy media vuelta para seguir durmiendo pero siento que alguien levanta mis sábanas y se perfectamente que es mama con su fallido intento de despertarme pero luego siento que alguien me jala de los pies para caer en el suelo. Veo que era papa.

-Buenos días princesa de papá-dijo sonriéndome.

-Dejame dormir-subí arrastrándome de nuevo a mi cama donde había quedado un huequito de mi trasero pero esta vez la que me fue a sacudir fue mamá.

La mire de mala gana y fui con ellos a la cocina, habían preparado el desayuno muy rico para mi, aunque aun seguía con un hilo de baba que recorre mi barbilla, ni siquiera me he lavado la cara todavía pero mamá siempre hace que desayunamos primero y luego vestirnos ya que siempre alguno de nosotros termina con toda la ropa manchada.

-¿Cómo les fue ayer a Baji y a ti?-preguntó mamá.

-No tuvieron sexo, ¿verdad?

Estaba apunto de responder a mamá pero esto sí que nos ha dejado con la boca abierta a ambas. Papá nunca fue uno de esos padres que le prohíbe a su hija salir con chicos, es mas, mandó a su única hija a un internado mixto que no tenía mucha seguridad entre las habitaciones de hombres y mujeres y teníamos preservativos en cada pasillo además de consultas con la doctora y ginecóloga del lugar.

-Hiroshi nosotros comenzamos a tener sexo desde esa edad mas o menos, cuando pase un año aquí, ¿recuerdas?-papá se había puesto todo rojo y yo no aguantaba la risa. 

Me levanté de la mesa y fui directamente a mi habitación mientras mama le pellizcaba las mejillas al pobre hombre, antes de salir completamente de su campo de visión le dije claramente que no y que tampoco espere eso de mí, además apenas nos conocemos y si tuviera ganas iría directamente a usar mi dildo.

Ya una vez en mi cuarto fui directo al baño para poder lavar mi rostro y cepillarme los dientes, no pienso bañarme en las mañanas. Me hago el delineado de siempre y coloco mi uniforme junto con un collar y otros accesorios. Por último cepillo mi cabello y tomo mi mochila, auriculares y teléfono para salir de la habitación.

Le doy un beso de despedida a mis padres y salgo a la escuela mientras que en mis oídos suenan distintas canciones desde reggaetón viejo hasta kpop, la primera que suena es una canción de Daddy Yankee que es demasiado pegadiza y me hace sentir toda una maleante.

No me cruzo con nadie en el camino y al llegar a la escuela simplemente entro al salon y me recuesto sobre mi escritorio hasta que llegue el profesor, por suerte no hacen anuncios matutinos ni nada por el estilo así que estoy relajada aunque más de una persona quiere acercarse a hablarme pero no le doy importancia y sigo en mi posición hasta que la profesora que me había ayudado ayer entro al aula, hoy nuestra primera clase sería de idiomas, español, inglés y otro idioma a elección de los alumnos.

Durante la clase descubrí que la maestra se llamaba Flavia y era muy buena con todos nosotros aunque a veces se acercaba a mi para poder hablar en español sobre como estaba actualmente la situación allá. Mientras los demás hacían sus tareas yo por mi parte la había terminado antes de empezar así que me fui hasta su escritorio y hablamos aún más ante la atenta mirada de todos aunque cuando ella los miraba ellos volvían a su posición de hacer la tarea, le conté sobre el internado al que iba y de como varios de mis compañeros hicieron que sus costumbres se vuelvan mias, estaba tan acostumbrada a que me enseñaran distintas culturas de mi propio continente que al llegar aquí fue un cambio demasiado abrupto para mi.

-Podrías ayudar a tus compañeros con las tareas que tendrán luego, eres mi primera alumna de Latinoamérica y eso me encanta porque casi nadie aquí habla nuestro idioma y me sentía muy sola la verdad-comentó la profesora antes de que yo volviera a mi lugar.