Hija de Mi Pueblo: Como Cayo Jerusalén

Capitulo 7

Jerusalén

62-64 d.C.

El procurador de Judea, Festo, acaba de morir. Y ahora está en manos de Nerón o del Senado en Roma nombrar al nuevo Procurador. Pero Nerón decide.

¡Trabajo duro! Los judíos son generalmente un pueblo desobediente contra el dominio romano. Por eso Siria, cerca de Judea, está bajo el dominio directo del emperador. Aparcados hay destacamentos de soldados romanos, por si acaso.

Por último, Nerón nombra Luceyo Albino para ser el nuevo Procurador. Entonces Albino está de camino allí cuando alguien ya asumió una autoridad que no era la suya.

Ananás ben Ananás se apodera del sumo sacerdocio. Él es un gran receptor de esto debido al rey Agripa II, llamado Rey de los judíos por los romanos, tal como su antepasado Herodes el Grande fue nombrado así hace más de cien años. Agripa le quita el sumo sacerdocio a José Cabi ben Simon y se lo da a Ananás.

El saduceo aprovecha la oportunidad para reunir a algunos jueces mientras Albino todavía está en camino. Es casi Pascua. Vienen a los atrios del templo y hacen que se lleve a Jacobo y a algunos otros.

Este Jacobo es conocido como hermano de Jesús de Nazaret. Jacobo realmente cree que Jesús es el Mesías. Todavía dice que vio al Jesús resucitado en persona y fue uno de los que recibió el Espíritu Santo con los demás en el Pentecostés.

Pero eso fue hace treinta y un años. Y James todavía predica con celo. Y es respetado por la gente aquí en Jerusalén. Ora a menudo de rodillas. Dirige la asamblea cristiana aquí en Jerusalén. Habló con el apóstol Pablo cuando bajó a Jerusalén por última vez. Luego Pablo fue arrestado, examinado (incluso por el rey Agripa II, quien es famoso por decir: "Casi me persuadiste de ser cristiano", pero nunca se convirtió), y luego lo llevaron en barco a Roma.

Ahora Jacobo y sus amigos en Jesús son llevados al templo. Ahora los escribas y fariseos de ese concilio se acercan a Jacobo. Uno le dice al anciano: "Te suplicamos que reprimas al pueblo, porque se extraviaron en sus opiniones acerca de Jesús, como si fuera el Mesías".

Están comentando que muchos judíos se han convertido a la fe de Jacobo en Jesús y que quieren que dejen de creer en Jesús.

Otro dice: "Te rogamos que persuada a todos los que han venido aquí para el día de la pascua acerca de Jesús. Porque todos escuchamos tu persuasión; ya que nosotros, así como todo el pueblo, te damos testimonio de que eres justo, y no muestras acepción de nadie. Por lo tanto, persuade a la gente a que no tenga opiniones erróneas acerca de Jesús".

Algunos de ellos incluso sugieren que James se pare en la cima del templo, donde judíos y gentiles pudieran oírlo y verlo con claridad.

Pero Jacobo no renunciaría a Jesús. No denunciará al Mesías ante mucha gente que debería creer en Jesús. Bien puede subir a la cima. Pero Jacobo le dice a la gente quién es realmente Jesús: ¡el Hijo de Alaha! "El Mesías mismo se sienta en el cielo", continúa. "¡Está a la diestra del Gran Poder y vendrá sobre las nubes del cielo!"

Jacobo es tan audaz que los escribas y fariseos simplemente se quedan allí, rechazados, pero enfurecidos. Se dicen a sí mismos que, dado que no pueden evitar que hable mientras esté vivo, lo silenciarán... matándolo.

Entonces arrojaron a Jacobo desde el punto más alto del Templo.

Pero como de alguna manera sobrevive a la caída, Ananás ben Ananás ordena rápidamente que apedreen a Jacobo de inmediato.

Así que Jacobo es arrastrado y apedreado fuera de las murallas de la ciudad en el lado este. A plena vista está el edificio del templo. Jacobo lo mira y sabe que se ha acabado el tiempo para Jerusalén. Jesús lo dijo. Solo le quedan nueve años.