XII

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Harry despertó al día siguiente después del celo de Draco completamente adolorido. Él no conseguía andar bien. Draco lo despertó con besitos y mimos, trayendo una bandeja con el café de la mañana y después de comer los dos fueron a tomar un baño relajante lleno de sales y burbujas en la bañera inmensa del cuarto de Harry, y obviamente Dracotuvo que llevar a su omega hasta el baño, pues el mismo no conseguía mover un músculo.

Dentro de aquellas semanas tranquilas en Doncaster, Harry mató la nostalgia que sentía por sus hermanos y su madre, asistió a algunas reuniones y conferencias del reino, y siempre que salía de uno de esos encuentros no conseguía dejar de pensar en por qué los dos imperios aun no fueron unificados. Pues, en su cabeza, él y Draco ya estaban casados hace seis meses, entonces ya había sido tiempo suficiente para que eso haya sucedido. Él creía que tal vez, con los dos reinos unidos, los rebeldes se calmarían y el país finalmente estaría en paz para poder al fin prosperar como la gran nación que era.

La pareja volvió para Holmes Chapel tres semanas después, encontrando su condado de la forma que estaba, por lo menos así pensaba Harry. Él estuvo feliz de volver a ver a Ron, su barriga ya estaba enorme para cinco meses de embarazo, con certeza la pequeña Zabini sería grande como su padre. Harry estaba contento de estar de vuelta para ayudar a su amigo omega con las cosas para el cuarto de la pequeña y también planear el Baby Shower con la ayuda de la reina Narcisa, que estaba más que emocionada con la llegada de su segundo nieto.

- ¿Blaise y tú ya decidieron en nombre de esa pequeñita? – preguntó Harry, acariciando la barriga de su amigo, mientras el mismo se deleitaba con un plato lleno de rosquitas azucaradas que el menor le había traído cuando llegó a su casa.

- Nop. – respondió Ron, lamiendo sus dedos.

- ¿No estás comiendo mucha azúcar, Ron? – Harry hizo una mueca, tierna, al mirar a su amigo y después volvió a mirar hacia la revista de decoración donde Ron había marcado algunas páginas y le pidió su opinión.

- Blaise también discutió conmigo por eso, pero en los últimos exámenes de sangre que hice, mi taza de glucosa en sangre dio normal. – Ron se encogió de hombros – Y estoy haciendo una dieta balanceada. – Hizo una mueca – Estoy comiendo un montón de hortalizas, verduras y legumbres... Sin contar unos cereales extraños que parecen alimento para perro.

Harry rió de la mueca de Ron.

- Pero es bueno para el bebé, entonces, no puedo hacer nada. – el pelirrojo completó, continuando comiendo sus deliciosas rosquitas.

- ¿Tienes noticias de Zach? – indagó Harry.

- Si, lo llamé anoche.- suspiró Ron – Él y Josh están muy preocupados porque aún no consiguen embarazarse.

- ¿Ellos ya fueron al médico?

- Zach dijo que había programado una consulta para esta semana. – Respondió Ron – Espero que esté todo bien con los dos, creo que Zach moriría si descubre que no es fértil.

- Ni me digas... - suspiró Harry – Yo no estoy preocupado por mí, y mira que estamos intentando desde San Valentín.

- Pero ustedes llevan poco tiempo, Zach está intentando desde Navidad. – rebatió Ron.

- Tal vez no sea nada, puede ser solo ansiedad. – Harry se encogió de hombros – Mi mamá dice que antes de que ella se embarazara de Nym, también estaba demasiado ansiosa, demoró bastante hasta que ella se embarazase.

- Si, le dije eso a él. – Ron balanceó la cabeza, concordando – Pero tú sabes cómo es Zach, es miedoso y dramático.

- Es verdad – Harry sonrió – Luna me mandó fotos de Scorpius de pie en la cuna hoy a la mañana por el celular, él está enorme... Ya casi tiene 9 meses. – tomó el celular y le mostró las fotos al pelirrojo

Royals - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora