XXIII

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Harry estaba más que sensible ahora que había entrado en la vigésima semana de gestación. Era más que común despertar con una erección juntamente con su entrada mojada. Él estaba excitándose hasta cuando el viento le rozaba. Draco no estaba reclamando, obviamente. Para él no era malo satisfacer a su omega, simplemente era lo máximo, maravilloso. Sin contar que la barriguita de Harry ya estaba visible y él adoraba sentir a su cachorro allí, creciendo saludable.

Ellos ya habían decidido el nombre: Gianfar Etamin Malfoy. Un nombre perfecto para un príncipe. Y la decoración del cuarto del pequeño ya se estaba realizando, Harry estaba siempre acompañado de una diseñadora y lleno de muestrarios con colores de paredes, alfombras, cortinas, y todas esas cosas. Ellos también le habían contado a la familia que estaban esperando un niño, y obviamente que todos festejaron por eso.

Harry se hizo el examen sanguíneo para saber si el bebé sería un alfa, beta u omega, y de allí a quince días el resultado estaría listo. Pero Harry creía que su pequeño sería un alfa como su padre, y Draco también creía aquello. Su olfato agudizado de alfa le decía eso, él conseguía sentir el aroma del bebé y sabía perfectamente cuando el mismo estaba bien o mal, hasta incluso antes que Harry.

En aquella mañana, Draco ya estaba levantado. Había terminado de tomar un baño y se estaba arreglando para una reunión con los congresistas del reino. Debido al escándalo con el ex-rey Lucius, el príncipe estaba asumiendo los deberes de su padre y luego sería coronado. Por causa de eso, él casi no tenía tiempo para su omega. Salía muy temprano y volvía muy tarde, eran raras las veces que Draco conseguía un tiempo para almorzar con Harry o cenar.

- ¿Amor? – un somnoliento Harry llamó, sentado en la cama y refregándose los ojos.

- Hey, príncipe – Draco sonrió, girándose para mirar a su omega - ¿Dormiste bien?

- Uhum. – Harry suspiró - ¿Tú ya te vas y ni me llamaste para desayunar? – reclamó, haciendo un puchero.

- Me despertaste dos veces en la madrugada para follar, amor. –Rió – Entonces, creí que querrías dormir hasta más tarde.

- Pensaste mal. – El más bajo rezongó, cruzando los brazos sobre su pecho – tenía que despertar temprano de cualquier manera, los muebles del cuarto de Gian llegan hoy y quiero acompañar el montaje.

- Adoraría estar contigo para ver eso, pero tengo reuniones todo el día. – Draco suspiró, sentándose en frente de Harry.

- Últimamente casi ni tienes tiempo para nosotros. – Chilló Harry– Y cuando tienes es solo para follar rápidamente conmigo.

- Lo siento mucho, príncipe. – Se disculpó Draco, acariciando la mejilla del menor - Prometo recompensarte. – y se acercó al mismo, atrayéndolo para un tranquilo beso.

Pero debido al estado de Harry, ningún beso era tranquilo. Sin demora, las manitos de éste se enroscaron en los mechones  del alfa y lo atrajeron con fuerza, pero no para lastimarlo. Dtaco jadeó en los labios del más bajo y profundizó el beso. Los deditos del omega fueron descendiendo tranquilamente por el pectoral del mayor, y para Draco era como si fuese un rastro de fuego.

- Príncipe, no tengo tiempo-

- ¡Shhh! Cierra la boca. – Harry rezongó, aun con los labios pegados a los del alfa – Te necesito ahora.

Y obviamente que Draco no se negaría a un pedido de su esposo. Él lo empotró de vuelta al colchón y Harry carcajeó alto, Draco tiró la camisa que estaba vistiendo y enseguida ya estaba desnudo. El omega mordió sus labios, sediento, la vista de Draco Malfoy sin ropa era la mejor del mundo. Como él se había dormido desnudo, debido a las acciones de la noche anterior, el príncipe no tuvo trabajo, solo giró el pequeño cuerpo de rodillas y suspiró al mirar fijamente aquel culo perfecto en frente suyo.

Royals - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora