XXVI

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Al día siguiente al nacimiento de Etamin, Draco salió de maternidad determinado a acabar con todo ese sufrimiento. Harry aun dormía tranquilamente y Draco solo dejó un beso en su frente, verificó a su niño que también dormía, pero cuando el pequeño alfa sintió los dedos de su padre, el niño abrió uno de sus azules ojos e hizo un pucherito con la boca. El alfa mayor solo sonrió, acentuando los hoyuelos y murmuró bajito hacia el bebé:

- Papá necesita resolver un asunto ahora, Gian. – dijo, mirando fijamente al bebé que no despegaba los ojos de los suyos - ¿Cuidas a tu mamá por mí? ¿Serás un buen bebé? – Gian comenzó a removerse y Draco rió – Está bien, amor. Papá vuelve enseguida.

Finalmente, dio un besito en la frente del pequeño y salió del cuarto, encontrando dos guardaespaldas en la puerta.

- Diggory, Krum. – Draco los saludó – Necesito salir, Krum ven conmigo y Diggory llama a Bill para que quede cuidando aquí contigo. Necesito de toda la atención posible y avísale a Harry que no tardaré, solo dile que necesitaba resolver una cuestión del certificado de nacimiento de Etamin.

- Sí, alteza. – dijo Cedric tomando el walkie-talkie para pedir que Bill viniese.

Draco y Victor salieron del hospital y cuando los dos entraron en el auto, el rey habló:

- Quiero que me lleves hasta la penitenciaría donde se encuentra mi padre.

- ¿Cree que él está envuelto en la tentativa de secuestro del pequeño príncipe? – el guardaespaldas preguntó.

- Estoy seguro. – Draco asintió – Por eso es que ni me estoy tomando el trabajo de ir hacia la estación de policía a enfrentar a la muchacha, estoy yendo directo a la fuente.

Victor solo asintió y se concentró en la dirección. La penitenciaría quedaba en las afueras de Londres, entonces sería demorado. Pero cuando llegaron fueron recibidos con muchísima educación, obviamente, pues era el rey el que estaba allí. Draco entró en la sala del director y el mismo hizo una reverencia.

- ¿A qué debo la honra de la presencia de vuestra majestad? – el director Dumbledore preguntó.

- Me gustaría hablar con mi padre y necesito que ustedes estén grabando toda la conversación. – Draco pidió, serio.

- Con toda seguridad. – el director asintió y tomó el teléfono, pidiendo para que fueran a buscar al detenido y lo llevaran hacia una de las salas de visita - ¿Sucedió algo, majestad?

- Sí, mi padre intentó secuestrar a mi hijo. – Draco respondió, como si fuese algo muy común.

- ¿Pero cómo? Él está preso aquí y-

- Señor Dumbledore. – Draco lo interrumpió – Sé que por más que el sistema penitenciario sea muy bueno, siempre hay personas corruptas en cualquier lugar. – el rey miraba al director con firmeza – No le estoy acusando de nada, entienda bien. Pero conozco a mi padre y sé muy bien que él es bueno manipulando a las personas, puede no haber sido usted, pero pudo ser uno de los agentes carcelarios. Él sabe muy bien cómo usar las palabras. Yo solo quiero conversar con él y arrancarle la verdad. Necesito terminar con esta payasada.

- Comprendo. – el director asintió – Solo quiero sepa, majestad, que de mi parte no fue. Yo realmente le doy la razón, y si puedo ayudar en algo, no hesite en pedírmelo.

El hombre estaba siendo sincero y Draco podía sentir eso en sus palabras. Luego uno de sus asistentes entró en la sala, avisado que el detenido ya estaba listo y entonces el director encaminó a el Alfa hacia la sala en la que Lucius estaba, había dos guardias del lado de afuera y entonces el rey entró.

Royals - DrarryWhere stories live. Discover now