Royals - Drarry

XVIII

Después del accidente, Harry estuvo más de siete días en el hospital. Los médicos querían tener la certeza de que el príncipe estaría fuera de cualquier amenaza de aborto. E incluso estando en el mayor tedio, Harry obedeció las ordenes médicas. Él solo se levantaba para ir al baño y quedaba en reposo absoluto.

Finalmente, él estaba saliendo del ambiente médico. El omega tenía una enorme sonrisa en su rostro mientras el conductor del paciente empujaba su silla de ruedas hasta el auto y Draco lo acompañaba al lado sujetando su maleta, la reina Lily también estaba allí. Ella estaba muy contenta por el hecho de que su hijo estaba bien, así como su nieto.

Cuando ellos llegaron al palacio, fueron recibidos con un pequeño festejo, que fue organizado por los mejores amigos del príncipe: Ron y Zach. Hablando del pelirrojo, Ron parecía que iría a explotar en cualquier momento. Aysha no tenía más espacio, estaba en la posición de nacer y Ron se cansaba cada vez más rápido, pero no lograba quitar la sonrisa del rostro y las manos de su enorme barriga, ya estaba contando los días para que su pequeña naciera.

Josh también estaba allí, obviamente, cuando recibió la llamada de su marido, avisándole que sería papá, la primera cosa que el alfa hizo (después de reír, llorar y gritar de felicidad al teléfono, claro) fue tomar el primer vuelo para Inglaterra y un auto hacia Doncaster.

Harry fue recibido con besos, abrazos y sonrisas. Y obviamente que eso aumentó la felicidad del omega por finalmente estar fuera del hospital. Claro que no se movió demasiado, solo comió y conversó con todos los presentes, hasta que su alfa mega preocupado le dijo a Harry que necesitaba acostarse, pues el médico le había recomendado reposo absoluto por lo menos por más de quince días.

- Ugh, pensé que me había librado de estar en cama. – el omega reclamó mientras Draco lo ayudaba a acomodarse en está.

. Lo siento, príncipe – Draco suspiró – Pero sabes que es necesario.

- Lo sé, lo sé... Pero es tedioso. – bufó y cruzó los brazos, haciendo un puchero en seguida.

Draco rió y se sentó al frente de su pequeño, atrayéndolo delicadamente para un beso.

- Solo son quince días más, ¿ok? – dijo el alfa entre los labios de su marido.

- ¿Prometes que no vas a dejar que me aburra? – pidió Harry, parpadeando sus ojitos verdes hacia su alfa, sabiendo que eso lo derretiría por completo.

- Claro, ángel. – Draco sonrió y acarició las mejillas de su princesa, luego le dio un besito más.

Ellos fueron interrumpidos de su burbuja con un golpe en la puerta. Draco murmuró "entre" y Lily se adentró al cuarto acompañada de las gemelas, que corrieron hasta su hermano mayor.

- Cuidado, niñas – reprendió su madre – Harry está recuperándose, nada de molestar a su hermano mayor.

- Está bien, mamá. – Padma asintió y le extendió una tarjeta toda colorida a Harry– Parvati y yo la hicimos para ti, Jayme.

- Aw... Son unos amores. – Harry sonrió y tomó la tarjeta de la manito de su hermana.

Parvati había sido sentada en el regazo de Draco y la reina tomó una silla para el lado de la cama donde su hijo estaba. Ellos estuvieron conversando hasta que Harry comenzó a bostezar, la reina decidió salir del cuarto para dar privacidad a su hijo y se llevó a las niñas consigo.

Draco dejó que Harry se acurrucase a él y terminó tomando una siesta junto con su omega. Horas más tarde, el alfa despertó y decidió dejar a Harry durmiendo un poco más, al final, él aún estaba recuperándose.