La corona | Taekook |

44

Capítulo 44

Jennie gruñó cuando Namjoon tomó las mejillas de su hijo, su lobo ardiendo de furia, sus fosas nasales abriéndose en busca de un poco de aire.

Jungkook, a pesar de ser aliviado por la saliva del alfa, por su cariño, por la noche que había pasado con su familia, faltaban que algunas heridas sanaran, una que otra y claramente el cuerpo doliéndole, el dolor no quitándose más que con el paso de los días, por lo que cuando aquella mano fue directo a su mejilla, su rostro se arrugó debido al dolor, el alfa de Taehyung gruñendo más y más alto.

Basta.

Intentó aguantar, intentó contenerse, intentó hacer entrar en razón a tu padre, pero si sentía que su mega estaba siendo amenazado, de brazos cruzados era lo último que iba a hacer. No podía hacerlo.

"Te lo repito una vez más padre..." su garganta dolió "¡Suéltalos ya por favor!" pidió por última vez, su persona debatiéndose en lo que pasaría, y a pesar de pedirlo, su padre comenzó a reír, y en vez de hacerle caso a su hijo, posó sus manos en el cuello del omega, Jungkook sintiendo molestia y fastidio, no tan alterado, como si se estuviera preparando para algo, como si supiera que su alfa lo protegería.

Sintió aire faltar cuando Namjoon ejerció fuerza ahorcándolo y sonrió al escuchar un grito, después... un ruido sordo con jadeos sorprendidos.

Habían hecho enojar al príncipe y no había vuelta atrás.

Taehyung golpeó fuertemente al guardia que lo sostenía, gruñendo amenazante a cualquiera que quisiera acercarse a él e interrumpir sus actos.

De algo tenían que servir todos esos años de entrenamiento ¿cierto?

Furioso pateó su abdomen tirándolo en un instante y esquivando a todo aquel que se interponía.

"Te dije que lo soltaras..." bramó, las venas de su cuello notándose enseguida, su rostro tornándose rojo por el esfuerzo.

"¡Quédate ahí, Taehyung!" advirtió el rey poniendo al omega frente a él "No te muevas"

Pero no le importó. Sabía que su padre podría hacerle algo a su omega, joder, claro que podía hacerle mucho, pero confiaba en su lobo y su instinto que le decía que no parara. Actuaría en el momento indicado y él se dejaba llevar.

Para este momento, las personas que veían se habían alejado, algunos tratando de golpear la puerta, otros volteando la mirada para no observar eso y, por último, otros solo callados mirando, esperando lo que pasaría.

Taehyung caminó pesadamente, acercándose a su padre y arrebatándole en un instante a Jungkook, quien jadeó por el brusco movimiento.

"Te lo advertí" el lobo dominante salió buscando proteger a su pareja, su gruñido sonando claramente y como si fuera alguien desconocido, sus ojos cambiaron de color y empujó a su padre haciéndolo caer "Ríndete de una vez" advirtió y gruñó más fuerte al sentir las presencias de los guardias acercarse para ayudar a su padre. Golpeó la mandíbula del hombre descargando su furia.

Este no era su padre.

Nunca lo fue.

Su animal le demandaba hacer algo más, quería hacerlo pagar por todo el daño ocasionado, sin embargo, tenía que contenerse, tenía que pensar primero en su familia.

"Tú..." habló jadeante apenas recomponiéndose del movimiento que el alfa le hizo en unos cuantos segundos.

"Jungkook, mi amor. Aléjate y ve con tu madre" volteó un segundo al mencionado viéndolo asentir apresurado con unas cuantas feromonas de alegría, de alivio.

"¡Hoy cambiará todo!" gritó el alfa asegurándose de tener a su padre bajo él "¡Hoy me convertiré en el heredero por el que me he preparado todos estos años!"

Muchos se voltearon a ver entre sí. ¿De un día a otro podría cambiar la forma en la que habían estado viviendo todos estos años?

No sabían, era muy riesgoso, pero aun así los primeros en gritar algo fueron los omegas.

"¡Fuera!" una animó. Estaba arriesgándose a ser matada, pero ya no podían quedarse así. Confiaba en el príncipe Taehyung y lo apoyaría.

"¡No queremos a ese rey!" otro gritó.

Los guardias de repente no supieron qué hacer congelándose en sus lugares.

"¡Queremos libertad!"

De pronto más personas se le fueron uniendo. Hasta los reyes y reinas de otros reinos quienes trataban por igual a las personas, esos que estaban de acuerdo desde el principio dónde Kim habló.

Otros se ofendieron queriendo protestar, mas quedándose callados porque no era de su incumbencia cómo este reino gobernaba.

"¡A partir de hoy, yo, príncipe Kim Taehyung y único hijo del rey, te destierro a ti, Kim Namjoon, de este reino y automáticamente paso a ser el nuevo rey del lugar!" volvió a gritar escuchando aplausos y miró a su omega que era abrazado de los hombros por los brazos de Jennie "Me aseguraré de que vuelvan a tener confianza en el reino" prometió reverenciando, hincándose en el piso y poniendo sus brazos en el suelo, sus rodillas impulsándolo de nuevo para pararse una vez que acabó "Y sobre ti padre" volteó a ver a los guardias quienes lo miraban quietos "Por favor, enciérrenlo en el calabazo, y que no vuelva a ver la luz del día hasta que cumpla su condena y sepa pagar todos sus daños" ordenó y juró en ese mismo instante que aquel que estuviera del lado del mayor, se iría con este.

"No puedo creer que mi propio hijo me haya traicionado" Namjoon dijo con voz amarga, mirando a Taehyung desde el suelo y empezando a levantarse gracias a que los uniformados lo tomaron del brazo empezando a llevárselo de ahí "¡Debí poner un límite ese día que vi al maldito omega!" gritó sacudiéndose "No se quedará así, Taehyung. Todo saldrá como tuvo que ser desde un principio"

Y a pesar de que el alfa tembló por un momento, no se dejó intimidar.

"Inténtalo" retó girándose y escuchando los pasos resonando a lo lejos, las maldiciones de su padre y los gritos de la gente no tardaron en llegar.

"¡Viva el rey Kim Taehyung!" animaron, una sonrisa se deslizó por su rostro por el recibimiento, su sudor frío pasando y su corazón calmándose con la adrenalina acabando.

"A partir de hoy, en este reino todos tendrán libertad y los mismos derechos, aquel que se imponga ante esta norma, irá directo con mi padre y se le castigará por sus acciones" habló con voz dura "Quiero anunciar mi coronación para hacerlo oficial... todos están invitados, por favor, esperen las invitaciones" reverenció públicamente mirando a todas aquellas personas que dirigían su mirada a él "Muchas gracias por haber venido y me disculpo por todo..." les dijo aleteando su mano y ordenando abrir las puertas.

Todo estaba bien, ya estaba bien.

Mejilim.

A partir de ahora va a haber mucho mimo y amor, sí qué sí.

Escrito el 09/03/2021